Quienes viven por la zona deben solventar día tras día los tramos cortados por las obras de reforma con una señalización que no acaba de convencer. | DE

El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí Carraca, ha remitido una carta a la consellera de Territori i Mobilitat, Pepa Marí, en la que le traslada el «hartazgo» y las quejas de los vecinos de la localidad por la lentitud de las obras en la reforma de la carretera de Sant Joan y las molestias que la señalización de la vía les está causando, ya que les impide realizar sus quehaceres diarios y les hace «sentirse atrapados» dentro de sus propios domicilios. Marí explica a la consellera en su comunicación escrita que, como alcalde, recibe «quejas constantes y casi diarias en relación a estas obras» de «negocios y usuarios en general que empiezan a perder la inmensa paciencia y tolerancia que hasta ahora han demostrado y que nunca pensé que llegaría a estos extremos» y afirmó que los vecinos afectados y usuarios de esa carretera «están llegando al límite de su paciencia».

Dada la situación que están viviendo los vecinos, Carraca solicita a la Conselleria de Mobilitat que «se mantenga un seguimiento y presión constante sobre la empresa contratista para que de una vez se vean los resultados de este suplicio que están padeciendo cada día los vecinos», al tiempo que insta a la consellera de Mobilitat que asuma «un poco de protagonismo en este asunto».

Precisamente, este sábado el Consell d’Eivissa cortó un nuevo tramo en esta carretera para proseguir con los trabajos. En este sentido, el tramo comprendido entra la rotonda de los Cazadores (punto kilométrico 8) y la intersección de acceso a Sant Llorenç (punto kilométrico 14,7) está cerrados al tráfico desde hoy excepto para vecinos, servicios y negocios de la zona para los que se ha abierto un carril de paso en dirección Sant Joan. Según informó la máxima institución insular, el resto de tramos que estaban cerrados hasta el momento «se irán abriendo de manera provisional». Así, esta Semana Santa se ha abierto el tramo entre el cruce de Sant Llorenç y el de Sant Joan.

Respecto a las quejas y a la carta transmitida por Carraca, la consellera de Mobilitat de Eivissa entendió el malestar vecinal y la carta transmitida por el alcalde ya que «como alcalde debe velar porque todo vaya lo más rápido posible». En este sentido, Pepa Marí recordó que el cierre de esta carretera por fases se hace «para poder dar más ritmo a los trabajos» y apuntó que «se está intentando que cuando se ponga en marcha la planta asfáltica trabaje el menor tiempo posible». La titular de Mobilitat reiteró que su «ilusión» es que la carretera nueva esté para el día de Sant Joan. Los vecinos de la planta asfáltica, sin embargo, piden una fecha exacta y cerrada y «si no amenazan con ir al juzgado», según refleja Carraca en la misiva remitida a Pepa Marí. En esta zona algunas de las casas han quedado ocultas detrás de un montón gigante de grava y de las instalaciones de la planta asfáltica, que además ha sido instalada en el mismo borde de la carretera, ocupando la zona del arcén con el peligro que eso supone para la circulación.