La Asociación de Vendedores del Passeig de ses Fonts antes de presentar las alegaciones. | Toni Escobar

La Asociación de Vendedores del Passeig de ses Fonts presentó ayer sus alegaciones a la ordenanza sobre la venta ambulante que establece su traslado a s’Era d’en Manyà, en pleno casco urbano de Sant Antoni. Una decisión con la que estos comerciantes y artesanos están en desacuerdo. «Ya hemos intentado dinamizar esa parte del pueblo y sabemos que no funciona. No hay nada de interés turístico en esa plaza como para estar allí castigados», señaló ayer Margarita Santos, una de los 28 componentes de esta asociación.

Estos vendedores tienen claro quién está detrás de su cambio de ubicación y así lo han hecho constar en sus alegaciones, en las que explican una reunión que mantuvieron con la concejala de Comercio, Cristina Ribas, y el concejal de Deportes y Relaciones Institucionales, Antonio Lorenzo. En este encuentro, según relatan, Ribas invitó a la asociación a presentar alegaciones «rápidamente para que éstas puedan ser tramitadas de inmediato» porque si la ordenanza no puede aprobarse en el pleno de finales de abril «no habrá mercadillo ni en el Passeig de ses Fonts ni en ninguna parte». Para los vendedores, «lo más grave y trascendente» es que la concejala de El PI «reconoció su compromiso con los comerciantes a acabar ya con el mercado en el Passeig de ses Fonts».

«Hay un partido del equipo de gobierno que está en contra de esta ubicación: El PI. Tuvimos una primera reunión con el equipo de gobierno, detectamos desde el principio que fue una decisión política», afirmó ayer Martín Veredas, uno de los vendedores afectados. Aunque también hubo críticas para el alcalde Pep Tur Cires. «Ellos no nos han citado nunca para hablar, el alcalde dijo que lo iba a tratar con mucho cariño pero todavía no nos ha recibido a pesar de haber presentado una solicitud por escrito. El PI está con los comerciantes, que son los que no nos quieren», señaló Margarita Santos.

En sus alegaciones, los vendedores del Passeig de ses Fonts resaltan numerosas infracciones en la ordenanza que el Ayuntamiento pretende aprobar. Entre otras, que la nueva normativa no especifica el número máximo de autorizaciones que se pueden conceder, la duración de las mismas o el procedimiento y criterios para otorgar estas autorizaciones, como marca la Ley 11/2014, de comercio de las Illes Balears.

Por todo esto, los comerciantes solicitan la suspensión de la tramitación de la ordenanza de la venta ambulante, además de que el Ayuntamiento apruebe las bases que permitan la celebración del mercado hippy del Passeig de ses Fonts a partir del 1 de mayo (como así está anunciado por el Consistorio), ya sea en esta ubicación o en la zona del puerto, donde ya se ubicó años atrás.

Más de 1.400 firmas

A las alegaciones, los comerciantes añadieron 1.434 firmas de apoyo en 74 folios que los funcionarios del Ayuntamiento de Sant Antoni tuvieron que fotocopiar una a una. Entre estas firmas, los vendedores del Passeig de ses Fonts aseguraron que se encontraban las de los titulares de bares y comercios tradicionales, así como las asociaciones de vendedores de Platja d’en Bossa y del puerto de Vila.