Retirada. Tras tirar el edificio, la empresa continúa con los trabajos de retirada de escombros; únicamente queda en pie una mínima parte de la construcción. | Daniel Espinosa

El puerto viejo de Eivissa luce desde estos últimos días una imagen a la que los ciudadanos no estaban acostumbrados ya que el edificio de es Martell ha dejado de existir. En su lugar queda una abierta gran explanada de la que la empresa Isolux Corsán está retirando los escombros de la demolición. La primera fase de la reforma de la fachada marítima se inauguró en mayo del año pasado, pero el futuro del edificio quedó en el aire hasta después de las elecciones municipales. Pasó el verano y con los nuevos equipos de gobierno y la nueva presidencia de la Autoritat Portuària de Balears (APB) se volvió a retomar cómo debería ser el futuro edificio. Finalmente, se optó y consensuó que el nuevo edificio tuviera integrada la plaza pública y que tuviera un tamaño de 600 metros cuadrados (el antiguo que se acaba de tirar tenía 1.200 metros cuadrados). La empresa Isolux Corsán fue la ganadora del concurso para demoler el edificio y construir el nuevo, pero los problemas económicos que atraviesa, así como los incumplimientos de los plazos pactados, provocó que la Autoritat Portuària de Balears (APB) rescindiera el contrato con Isolux Corsán, tal y como publicó en exclusiva PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA. En la actualidad, APB está redactando las bases para el concurso que permitirá construir el nuevo edificio. Los plazos que maneja el gestor portuario es que se empiece a construir en el último trimestre del año.