Marrero Sosa levanta su tarjeta durante la subasta de las concesiones de playas el pasado martes. Foto: DANIEL ESPINOSA

El presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Concesionarios de playas de Sant Josep, Antoni Marí Moreres, reprocha la actitud del empresario canario Mahy Marrero por «reventar» la subasta de los lotes el pasado martes. «Si este señor no hubiera venido a reventar la subasta, habría habido paz por parte de todos», apunta Moreres.

Marí, propietario del Tropicana Beach Club de Cala Jondal, cree que con las cantidades que Marrero ha pagado por los once lotes que ha conseguido esta semana «tendrá beneficio cero, perderá mucho dinero. Algo tiene, quizás es que sabe más que los demás».

El conocido empresario se siente «una persona afortunada porque nadie más pujó por mis lotes» y no quiso desmerecer el método empleado en esta ocasión por el Ayuntamiento de Sant Josep para adjudicar las concesiones. «¿Es el mejor sistema? No lo sé. Muchos de mis compañeros se han quejado, pero con la fórmula del sobre cerrado también podríamos habernos quedado sin nada», señala Moreres.

«No somos el problema»

Toni Marí también critica las voces que señalan a los concesionarios como «los causantes de los problemas en las playas y no somos nosotros». «Sólo se habla de controlar las hamacas y nadie se preocupa de los robos y de la venta ambulante. ¿Somos los concesionarios los malos de la película? En las playas de Sant Josep hay 15 o 20 robos cada día», apunta el conocido empresario.

Moreres niega que instalar más hamacas de las aprobadas en el lote sea una práctica habitual de los concesionarios y asegura que cada año contrata a cuatro vigilantes «para que no haya robos, dos en el aparcamiento y dos en la playa, además de instalar cajas fuertes en las hamacas. La mala imagen son los robos y la venta ambulante».

Sant Josep se defiende

El Ayuntamiento de Sant Josep ha salido al paso de las críticas recibidas por el sistema utilizado para otorgar las concesiones de las playas del municipio. En este sentido, el Consistorio señala que las renuncias que hubo en la última subasta con sobre cerrado en 2012 hicieron perder más de un millón de euros a las arcas públicas. Uno de los ejemplos que explica el Ayuntamiento en una nota de prensa es el de un lote de Platja d’en Bossa con 156 hamacas y 80 sombrillas que se adjudicó inicialmente por 106.400 euros y que «al renunciar la empresa ganadora, pasó a manos del segundo mejor postor, que sólo pagó unos 39.000 euros».

El Ayuntamiento también recuerda que en 2012 era legal, siempre que el Consistorio lo autorizara, y se llevó a cabo alguna «reventa» de concesiones, aunque el equipo de gobierno «desconoce las cantidades por las que se realizaron los traspasos».

El PP destacó que el proceso de 2012 «fue claro y limpio» y criticó en una nota de prensa «la pataleta del PSOE». Su portavoz, Neus Marí, señaló que «una vez más se demuestra que sólo les interesa la cuestión económica y nada dicen sobre el perjuicio social que todo lo sucedido tendrá para empresas familiares del municipio».

LA NOTA

Marrero, sancionado por vertido de residuos peligrosos

Según figura en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) en fecha del 20 de agosto de 2013, al empresario Mahy Marrero Sosa se incoó un procedimiento sancionador «como presunto responsable de una infracción administrativa en la gestión y manejo de residuos peligrosos derivado del almacenamiento inadecuado, careciendo del exigido etiquetado de sus envases y por la no acreditación de entrega a gestor autorizado» en el Barranco de Arguineguín, del término municipal de Mogán de la isla de Gran Canaria.

Cabe recordar que Marrero está a la espera de la sentencia por un caso de narcotráfico. Está acusado de un delito de tráfico de drogas por su relación con un cargamento de 452 kilos de cocaína y se enfrenta a una petición de 13 años de cárcel.