Los agentes de la Policía Nacional y Local de Vila patrullan constantemente por las calles Retir y Alt desde hace 48 horas. | Toni Escobar

Un hombre de 55 años y nacionalidad checa es la primera detención que se ha cobrado el operativo policial desplegado por la Policía Nacional en el marco de la operación desalojo de Sa Penya y sus efectos colaterales.

La detención se produjo el lunes, apenas unas horas antes al inicio de la operación desalojo de las calles Alt y Retir de Vila.
El detenido está acusado de forzar la cerradura de al menos tres viviendas en diferentes puntos de Vila para facilitar la entrada y ocupación ilegal de las casas. Según las investigaciones policiales, este hombre estaba localizando y forzando casas desde hace unas dos semanas. Detrás de sus acciones estaría alguno de los desalojados de Sa Penya, según declaró ante los agentes.

El arresto de este «reventador de puertas» es el resultado del trabajo paralelo de prevención dispuesto por la Comisaría de Eivissa, que se remonta a los días previos al desalojo realizado el martes y en el trabajan conjuntamente el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de Vila.

‘Reventador de cerraduras’

El detenido pasó a disposición judicial el martes y en su declaración mantuvo que los gitanos de Sa Penya le pagaban 200 euros por cada puerta que forzase, según explicó la delegada del Gobierno en Balears, Teresa Palmer, en declaraciones a Radio Ibiza Ser.

Las pesquisas policiales siguen los movimientos por la isla de las familias desalojadas. Algunos de los desalojados apuntan ante los medios de comunicación que si el Ayuntamiento de Vila no les facilita una casa «tendremos que ocupar nosotros».

La mayoría de los desalojados se han acomodado en casas de otros familiares cercanas a la manzana foco de la desocupación en Sa Penya, pero las fuerzas de seguridad son conscientes de que esta es una opción a corto plazo y que desde hace tiempo han iniciado la ‘operación ocupación’ en otras puntos de Vila.

Así, la noche del martes se produjo un intento de entrada en un edificio de la primera línea del puerto de Eivissa. Días atrás, los vecinos de la plaza de Sa Drassaneta también alertaron de un intento de entrada en una casa que se encuentra abandonada.

Zonas como Ses Figueretes o Platja d’en Bossa también estarían en el punto de mira de las familias desalojadas. El entorno de las calles Alt y Retir está controlado desde hace 48 horas por unos 40 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), pero los agentes también persiguen el posible «efecto dominó o acciones colaterales» para ocupar ilegalmente otras casas.