Vecinos de la zona de Puig d’en Valls ya no pueden más con los mosquitos. Una situación que les ha llevado, incluso, a echar repelente a sus hijos contra estos insectos para ir a la guardería, pero ni aún así consiguen evitarlos. «Vivo al lado del colegio S’Olivera y ya llevábamos cuatro o cinco días con muchos mosquitos, pero hoy [por ayer] ha sido el ‘no va más’. He salido dos minutos a la puerta de mi casa con mi hijo de dos años y medio, sobre las 18.30 horas, y en menos de dos minutos le he contado una treintena de picaduras. Mi mujer se lo ha llevado a Urgencias», explicó Nicolás Ferrer, un vecino afectado de la zona.
Este vecino aseguró que esta situación no es nueva ya que en julio y agosto la presencia de los mosquitos en esta zona fue muy abundante, «pero esto no puede seguir así porque es casi peor que el verano pasado». Ferrer asegura que el año pasado se reunió con el conseller de Medi Ambient de Eivissa por este tema: «Me dijo que los operarios van con mochilas fumigando y una especie de minicarro, pero ese no es mi problema. Lo que no puede ser es que nos coman los mosquitos», afirmó indignado este vecino, quien llamó a la Policía Local para que quedara constancia en el Ayuntamiento. Además, hoy se pondrá en contacto con Medi Ambient del Consell, departamento con quien quiere volver a reunirse para buscar soluciones. «Mi hijo va a la guardería de Puig d’en Valls y los padres ponemos repelente a los críos para que vayan a clase y no sirve de nada; todos los niños están igual», explicó Ferrer, quien aseguró que las picaduras son de mosquito tigre. Estos progenitores están dispuestos a denunciar la situación ya que, según explicaron, «es ya una cuestión de salud pública».