El Consell d'Eivissa ha desmentido "firmemente" que no se pueda consumir agua, ni cualquier otra bebida no alcohólica de manera generalizada en las calles de Sant Antoni de Portmany, "a pesar de lo difundido erróneamente por algunos medios de comunicación", según han explicado.

Según han aclarado desde la institución, las modificaciones a la normativa municipal, que afectan únicamente al artículo 42, detallan y concretan una premisa que ya quedó enunciada en la Ordenanza actual, aprobada en 2012 por el anterior equipo de gobierno.

Estas modificaciones, aprobadas de forma inicial, se someterán ahora al correspondiente proceso de exposición pública antes de su aprobación definitiva, por lo que la redacción final de algunos puntos podría variar.

Esta normativa contemplaba en sus fundamentos de regulación la prohibición de la ingesta de bebidas no alcohólicas cuando este consumo se diera en condiciones que pudieran perturbar la tranquilidad ciudadana.

Ahora, según el Consell, lo que se ha hecho ahora es "desarrollar lo que era un simple enunciado en el articulado de las normas de conducta, estableciendo así un protocolo de actuación que se convierte en una herramienta para facilitar la labor de la Policía Local".

Las novedades que se incorporan a la Ordenanza ya existente, cuyo fin es regular la práctica del 'botellón' y el consumo de bebidas alcohólicas en espacios públicos, no permitirán consumir bebidas alcohólicas en envases de vidrio o lata en espacios públicos.

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Hasta ahora, según han declarado, la prohibición afectaba únicamente a envases de vidrio, pero se ha decidido ampliar a las latas por razones de seguridad. También se prohibía la venta de bebidas alcohólicas entre las 24 y las 8 horas. La modificación prohíbe además el consumo de este tipo de bebidas alcohólicas en ese horario, en los espacios públicos no autorizados.

Los espacios autorizados son bares, terrazas y eventos que hayan obtenido autorización municipal previa. Fuera de ese horario también se puede prohibir el consumo en las situaciones en las que se cause molestias a la ciudadanía.

Asimismo, no se permitirá el consumo de bebidas de ningún tipo en las situaciones en las que por la naturaleza del espacio público puedan generarse aglomeraciones, provocar situaciones de insalubridad o denigrar a otros viandantes. Es en este tipo de ocasiones cuando se faculta a la Policía a actuar y requisar las bebidas.

"Evidentemente no responden a ninguno de estos criterios un vecino que beba agua en una plaza, un deportista que tome bebidas isotónicas o una mujer que alimente con biberón a su bebé, por lo que, en contra de lo insinuado, no está prohibido el consumo de cualquier bebida por cualquier persona o en cualquier circunstancia", han explicado desde la institución.

También han aclarado que únicamente se intervendrá cuando se esté deteriorando el entorno o molestando a otros ciudadanos. Así, la Policía podrá retirar la bebida de los centenares de personas que abandonan los locales de las zonas de ocio a la hora del cierre y salen a la calle con sus bebidas en la mano.

Con la actual redacción de la normativa, los agentes sólo podían actuar cuando tenían la certeza de que lo consumido era alcohol. Sin embargo, esta certeza sólo podía conseguirse legalmente mediante el envío del líquido al laboratorio lo que, en la práctica, impedía a la Policía sancionar y actuar con inmediatez.

Los establecimientos deberán impedir a sus clientes abandonar sus instalaciones portando cualquier tipo de bebida y la Policía, si sorprende a menores de edad portando alcohol en la vía pública, podrá retirarles las bebidas. Es una medida más entre las previstas para combatir el 'botellón'. "No se trata de una medida sancionadora sino preventiva, redactada al amparo del Plan Municipal contra las Drogas", han concluido.