Los integrantes de la reunión celebrada ayer en Can Misses, entre ellos Vicent Torres y Vanessa Parellada. Foto: DANIEL ESPINOSA

El IB-Salut quiere que antes de acabar 2017 ya esté en marcha la primera fase del proyecto de reconversión del antiguo hospital Can Misses en el que está previsto que albergue una residencia para pacientes crónicos, una hospedería para personal sanitario y residentes de Formentera, y el centro de salud de Can Misses, que ahora comparte instalaciones con el de Vila en la Avinguda Vuit d’Agost. «Queremos que la primera fase de este proyecto esté a finales del año que viene y vamos a intentar acelerarlo al máximo posible», dijo el director general del IB-Salut, Juli Fuster, que se desplazó ayer a Eivissa para mantener una primera reunión en el antiguo hospital en la que se presentó el borrador de los usos de las instalaciones y recoger las necesidades sanitarias y las demandas planteadas por los consells insulares.

Esta primera fase, en la planta baja y semisótano, contempla la dotación de 22 camas para pacientes crónicos, espacio polivalente para asociaciones sociosanitarias, el centro de salud de Can Misses que ahora se encuentra en el de Vila y una reserva de espacio para alojamiento «de profesionales que vengan temporalmente a hacer trabajo porque sabemos que la vivienda está muy cara en Eivissa y también para pacientes de Formentera, que vengan por tratamientos o pruebas diagnósticas», apuntó Fuster. En el borrador inicial se contemplan doce habitaciones para personal sanitario y otras dos para Formentera. «Queda por ajustar el número de camas o si los espacios polivalentes son suficientes, pero se han recogido las demandas que desde un punto de vista sanitario podemos dar respuesta», dijo Fuster.

El proyecto no cuenta aún con un presupuesto, «porque está pendiente del proyecto de adjudicación arquitectónica, es una reforma y veremos hasta qué punto es aprovechable lo que existe y si hay que cambiar estructura», precisó Fuster. Antes de la adjudicación del proyecto, recordó que «hay un trabajo de administración importante y una elaboración del plan funcional que ya está elaborado».

La segunda fase del proyecto contempla la dotación de más camas y una planta destinada a salud mental, en la que se dotará de una unidad de larga estancia.

A esta primera reunión sobre el borrador del plan de usos del viejo Can Misses asistió, además de Fuster, el secretario general del IB-Salut, Manuel Palomino; el director general de Planificació i Farmàcia, Benito Prósper; el gerente del Área de Salud, Josep Balanzat; el director de Gestión, Yago Gómez; el director médico, Pedro Fernández, la directora de Atención Primaria, Carmen Santos, el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, y la consellera de Benestar Social de Formentera, Vanessa Parellada.

Tras la reunión, Vicent Torres manifestó «la satisfacción por el borrador que se ha visto, porque recoge las necesidades que ya vienen de dos legislaturas atrás y esperamos que se ponga en marcha el proyecto». Parellada destacó, por su parte, que el borrador «recoge muchos de los compromisos que se han adquirido desde el Govern y las necesidades que desde el Consell de Formentera y entidades que trabajan con pacientes ha hecho llegar a la Conselleria». Fuster recordó que «esta obra debía estar hecha en la legislatura anterior pero por diversos motivos no se hizo y ahora la retomamos».

LA NOTA

«La población pedía el traslado del centro de salud»

La directora general de Atención Primaria, Carmen Santos, destacó que la vuelta del centro de salud de Can Misses a su emplazamiento en el recinto hospitalario «es necesaria, lo hemos pedido nosotros y la población porque al estar dos centros en una estructura única se han quedado los espacios muy estrechos y no permite crecer a ninguno de los dos», dijo en alusión a la actual ubicación en el centro de salud de Vila. «Hay actividades que se tienen que hacer de manera escalonada porque no se puede dar cobertura para todo y al trasladarlo tendríamos dos centros independientes, cada uno podía hacer sus actividades y, sobre todo, por la accesibilidad a la población», dijo Santos. La directora de Atención Primaria explicó que «la población lo ha estado reclamando, tienen que desplazarse a otra zona y eso implica muchas incomodidades; es gente mayor y en edad avanzada que les cuesta moverse y tienen que contar con un familiar que los pueda llevar; en esta zona es muy fácil desplazarse porque tiene su centro de salud ubicado donde le corresponde».