Dos semanas, catorce días después, los operarios volvían a tapiar el número 37 de la calle Alt. Ayer por la mañana todavía quedaban abiertas tres de las diez viviendas reventadas durante la madrugada del lunes en sa Penya.

Siguiendo el trabajo de los dos operarios, un agente de la Policía Local y una decena de vecinos de la calle, estos desde la distancia.

A la luz del día, la calle Alt es la que concentra más vida. Entre los pocos vecinos presentes un comentario: «El domingo nos vamos a concentrar en las inmediaciones del Mercat Vell para pedir una solución».

Un grupo de afectados por el desalojo están convocando a vecinos de otros municipios para que asistan a una concentración la tarde del domingo.

Una de las vecinas desalojadas, acomodada desde hace catorce días en casa de su hija, señala que son «víctimas de una injusticia. Hay vecinos que aceptaron unas condiciones para irse y dos semanas después continúan en un hostal o en casas de algún familiar. Si proponen una cosa, que la cumplan», apostilló. En Vila todavía quedan algunas familias que aceptaron el traslado al municipio de Sa Pobla.

Además, defendió la postura de los que no quieren acogerse a la alternativa de irse fuera de la isla porque «llevamos mucho tiempo aquí, toda la vida, y ahora nos quieren enviar a empezar de cero en otro lugar».

La imagen de la calle Retir es bastante diferente. Los vecinos que quedan apenas se ven por la calle, salvo un joven que, pasadas las 10 de la mañana, duerme en una improvisada cama montada con dos sillas enfrentadas.

En Retir, los operarios del Ayuntamiento cerraron durante la jornada del lunes las siete casas que habían sido reventadas.
Los vecinos insisten en que los ataques del lunes «no son obra de gente del barrio. Los que vivíamos aquí ya no queremos volver a unas casas que están llenas de escombros».

La presencia policial ha ido disminuyendo con el paso de las jornadas y ayer un único agente se encargaba de la vigilancia y control de la manzana de sa Penya.

Desde el Ayuntamiento de Eivissa mantienen que la vigilancia policial es «constante», lo que ha evitado que las casas se vuelvan a ocupar. Eso sí, los trabajos de ‘sellado’ se han tenido que retomar.

LAS CIFRAS

3 casas sin tapiar. 24 horas después, los números 23 y 37 de la calle Alt y una casa de Bonaire continuaban abiertas.

14 días desalojados. Ayer se cumplían dos semanas de la operación desalojo de la UA27 y algunos vecinos siguen reclamando «alternativas».