Las máquinas pesadas que iniciaron ayer la demolición de la parte más moderna de sa Graduada han trasladado hoy los trabajos al módulo que quedaba alzado en la calle Castilla y ha ralentizado el derribo de la fachada que da a la calle Isidor Macabich, tras las protestas y quejas realizadas por los vecinos del edificio contiguo a la antigua escuela.
Varios vecinos alertaron de las molestías que generaba la exacavadora y en el obra se personaron agentes de la Policía Local y dos técnicos del Ayuntamiento de Vila. Según fuentes municipales, las obras no están paralizadas pero se recomendó a la empresa que ejecuta el derribo que los trabajos se hagan con más cuidado.