La consellera Pepa Marí planteó el lunes posponer las obras de la segunda y tercera parte de la travesía del núcleo urbano de Jesús hasta que esté lista la variante. Si las obras no comienzan tras el verano habrá que pagar indemnizaciones. Hay que recordar que los trabajos para el principal acceso a la población sufrieron un retraso de más de cinco meses por el hallazgo de restos arqueológicos. Si se hubieran realizado escáneres del subsuelo, como está acometiendo actualmente el Consell para el desdoblamiento de Ca na Negreta, se habrían evitado tan graves perjuicios para vecinos y, sobre todo, comerciantes de Jesús.

El martes conocimos que el Consell d’Eivissa transportará en barco a Valencia los fangos de las depuradoras por un coste de 800.000 euros, a razón de 50 toneladas por día. La noticia provocó un enfrentamiento entre el PP y el PSOE de Santa Eulària a costa de unos lodos que el año pasado tuvieron que sufrir multitud de turistas.

El problema de la falta de vivienda y de alquileres abusivos en la isla dio un nuevo giro de vuelta este jueves, cuando a través de estas páginas conocimos la última tendencia: un particular que busca embarcaciones para ofrecerlas a turistas con una comisión del 50 por ciento. El susodicho ha empapelado calas y puertos para que los propietarios de barcos y yates estudien el negocio, del que resultarían habitaciones por 1.800 euros al mes.

También este diario adelantó en exclusiva que Eivissa sigue en riesgo de sequía tras un mes de mayo con un déficit de lluvias del 88%; es decir, que el pasado mes tan solo cayeron un 12% de las precipitaciones habituales durante el quinto mes del año. Precisamente por esta alarma tuvo lugar el miércoles en el Consell una jornada técnica sobre abastecimiento y desalinización del agua. Un encuentro ilustrativo e interesante con los responsables de Aqualia y de las desaladoras de la isla del que se extraen varias conclusiones: una, que el sistema de cañerías de la isla es un auténtico jeroglífico y que mantenemos infraestructuras obsoletas que nos obligan a tirar de los acuíferos, que ya están bajo mínimos. ¿Tendrán nuestros políticos en su agenda de campaña los problemas de la vivienda y del agua? Veremos.