Alvaro Martín, durante la elaboración de un cóctel. | Arguiñe Escandón

Álvaro Martín es el mejor coctelero de Balears. Así lo decidió el jurado en el Challenger Fruits & Plants de la World Class Competition, la prueba más importante del mundo en este sector de la hostelería que se celebró el día 14 de junio en el Agroturismo Atzaró. En ella participaron además de Martín otros siete participantes de Eivissa, Mallorca y Menorca. Este es un primer paso porque el día 4 de julio se celebra la final nacional en el teatro Goya de Madrid donde acudirá lo mejorcito en la mezcla de espirituosos del país. El que gane irá a la final nacional que tendrá lugar en Miami en el mes de septiembre.

—¿De dónde es? Cuéntenos un poco sus orígenes.

—Tengo 32 años. Soy de Laredo (Cantabria), una de las villas marineras más bonitas de todo el país; para mí la más bonita por su playa La Salve, sus calles, su luz, pero sobre todo por su gente. Siempre la llevo por bandera allá donde voy. Vengo de una familia humilde de pescadores y hosteleros de la zona. He vivido la mayor parte de mi vida en Laredo aunque he viajado mucho por trabajo. Hace más de 11 años conocí a mi mujer Ivanka, mi compañera, mi amante, mi amiga, gracias a ella soy algo en la vida… y formamos una preciosa familia con nuestros hijos Jerome de ocho años y Alesha, de cuatro años. Sin duda, son lo mejor de mi vida.

—¿Cómo empezó en el mundo de la coctelería?

—En la hostelería empece hace más de 11 años como modo de ingreso para poder seguir unos estudios, pero en la coctelería hace relativamente poco tiempo, algo más de cuatro años. Fue como un amor a primera vista. Veía siempre vídeos, leía artículos, libros, seguía a bartenders de renombre por las redes… Empecé como autodidacta en los dos locales que regentaba con mi socio y hermano, Tramu, hasta que me enganché y sentí la pasión, sabía que ese era mi futuro. Después decidí estudiar hostelería en el IES Fuente Fresnedo de Laredo, y seguidamente me formé en las mejores escuelas del país como el The Cocktail Room (Madrid) de la mano de Tupac Kirby, el Taller Liquid Experience (Barcelona) con Javier Caballero, el Bartrainers (Barcelona) con Vicente Paulos y Michelle Calavresi, por citar las más reconocidas. Además, he asistido a un sinfín de ponencias, master class, talleres, visitas a otros países a los mejores locales del mundo, y en continuo reciclaje y aprendizaje y, sobre todo, sigo aprendiendo a diario de toda la gente que me rodea… Después llegaron mis primeras barras como head bartender, mis primeras cartas, mis primeras formaciones como docente, mis primeros concursos, en los que he conseguido varios reconocimientos a nivel nacional e internacional. En concreto, he alcanzado algún título nacional y el subcampeonato del Mundo de Opihr, el septiembre pasado en Marrakech.

—¿Por qué presentarse a un concurso como el World Class Competition?

—Por diversión, por compartir, por vivir una bonita experiencia, pero sobre todo por aprender…A nivel profesional la World Class es el certamen de coctelería más importante en el mundo, denominada como los Oscar de la coctelería. En este caso por difusión, por lograr reconocimientos, por superarme a mí mismo, por darme notoriedad como profesional a mi mismo y al establecimiento en el que trabajo. El premio es un muy buen reclamo para los clientes. Si gano la fase global, que este año se celebra en Miami, tendré un contrato con Diageo y viajaré por todo el mundo compartiendo mis conocimientos en ponencias, master class… algo muy, muy atractivo. Y como ya he dicho anteriormente por aprender y vivir una bonita experiencia.

—¿Cuál fue su cóctel en la prueba en Atzaró y cuál fue la idea en que lo basaste?

—Mi cocktail para el Challenge Fruit&Plants se llama Primavera en Atotonilco. El cocktail está inspirado en el Colectivo Ecologista Jalisco, un superviviente del movimiento ambiental en México. Intenté que el trago conectase directamente con nuestro destilado principal, el tequila, su creador Don Julio González Estrada, su primera destilería fundada en 1942 La Primavera, el Challenge World Class, y con la cultura y gastronomía mexicana. Para todo ello utilicé un producto de temporada, ingredientes beneficiosos para el organismo y una bonita historia con la que enganchar al público, al jurado y también a nuestros clientes en el hotel, ya que es uno de los cócteles que tengo en carta. El resultado es un brebaje fresco, sorprendente que a nadie dejó indiferente. Esta es su receta: 6,2 cl de tequila Don Julio Blanco, 2,2 cl de sirope al chile guajillo, dos cucharaditas de guacamole de mango casero y 1,2 cl de vinagre de manzana ecológica.

Quería agradecer a Pieter De Vits organizador del evento, por todo su buen hacer y el esfuerzo que puso para que todo saliese genial.

—¿Profesionalmente supone un cambio en su carrera como bartender?

—Puede que sí, ya que tiene mucha repercusión, pero en mi cabeza siempre está el trabajar como el primer día, con la misma pasión, perseverancia, tesón, esfuerzo. Da igual lo conseguido hasta el momento, no hay que bajar nunca los brazos si quieres mantenerte y sobre todo con los pies en la tierra. Como siempre digo somos profesionales de servicio al cliente, no somos ni estrellas de rock ni nada parecido, que no se nos olvide.

—Ahora se presenta a la prueba nacional, ¿ya tiene algo preparado?

—Pues la verdad hasta el momento no he podido trabajar mucho en ello debido a que estamos a tope en el hotel ME Ibiza, pero sí que estoy dando vueltas a la cabeza. Va a ser una final muy dura y apasionante la que se celebrará en el teatro Goya en Madrid, con tres challenges, (pruebas), trepidantes y con los mejores bartenders del país. Consiste en tres pruebas complejas y divertidas. La primera, Need for Speed, es una prueba de velocidad: seis cocktails en ocho minutos. La segunda, Taste&Talk& Quiz, consiste en una cata a ciegas en la que tenemos que saber identificar los destilados, hablar sobre ellos, y responder a varias preguntas. La tercera, The Sensorium Casttle, consiste en preparar un cocktail en el que intervengan todos los sentidos, con inspiración en el año 1.900 en los castillos escoceses y como si estuvieras trabajando uno de ellos. Seguro que haremos divertirse a los asistentes y al jurado, habrá que currárselo.

—¿Qué cóctel recomendaría para el día? ¿Y para la noche?

—Lo que yo me tomaría por mis gustos para el día es un Mezcaloni y para la noche un Rum Fashioned. Para el público o nuestros clientes durante el día y en Eivissa algo muy refrescante como puede ser cualquiera de la familia de los Fizzs, para la noche algo más exótico como puede ser un ME Star Martini, pero cualquier cocktail o gin&tonic de nuestra carta seguro que sorprende. Por ello invito a todos los lectores a que se dejen caer por el hotel ME Ibiza y se dejen asesorar por nuestros geniales bartenders y disfruten del hotel y sus espectaculares vistas.

—¿Cómo está siendo su experiencia en el hotel ME Ibiza?

—Pues muy buena y positiva. Es mi tercer año en el hotel desde el opening hasta hoy y es mi segundo año como bar manager, me encargo de los bares, la cocteleria, de los equipos, de la creación de cartas y la formación de empleados, entre otras cosas. Es un lugar extraordinario para trabajar y crecer como profesional. Sobre todo destacar el personal; todos muy jóvenes con muy buen rollo, muy buenos profesionales y, como no, mi súper equipazo de bares, sin ellos no podría sacar el trabajo adelante tan bien, me lo ponen muy fácil, son excelentes personas y grandísimos profesionales. Desde aquí quería agradecerles públicamente el gran trabajo y esfuerzo que realizan, ¡son unos cracks!

—¿Ya había trabajado en la isla anteriormente?

—Esta es mi tercera temporada, siempre en el hotel ME Ibiza.

—¿Qué es lo que más le gusta de Eivissa?

—El magnetismo, la gente, las puestas de sol, las calas…¡Ibiza es un lugar increíble!