Uno de los ejemplares abatidos por los técnicos del Govern enviados a es Vedrà.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa ha desestimado las medidas cautelares solicitadas por la Associació Animalista de les Illes Balears (Aassaib) en relación a las cabras de es Vedrà. Los animalistas habían pedido medidas cautelares para retirar los cadáveres de los animales muertos y recoger a los que supuestamente todavía siguen con vida, y a las que en primera instancia ya se opuso la Fiscalía por la peligrosidad que conllevaría la actuación para los técnicos. Assaib anunció ayer en un comunicado que recurrirá esta decisión del juez en los tres días que tienen de plazo.

Para los animalistas «hay dos aspectos que chirrían del auto» y en los que harán «mucho hincapié en el recurso». Assaib considera «increíble» que la juez diga que «resulta dudoso» que la matanza de las cabras pueda calificarse de «caza» y que, en todo caso, del examen de los documentos de las actuaciones y de la legalidad vigente, «se infiere que no existía una prohibición de caza de las mismas».

Sobre la posibilidad de que las cabras puedan estar contaminadas, los animalistas señalan que es «una mera sospecha» y «no se ha aportado un informe que lo pueda acreditar». Así, lamentan no poder analizar los animales, si no se puede acceder al islote y añaden que «sí se presentó un informe de AVATMA en el cual se hablaba de la posible contaminación con plomo». «Es más, dice que habiendo transcurrido un periodo de tiempo más o menos largo, no se ha observado en las aves y flora, que hubieran estado contaminadas. ¿Acaso se ha realizado un estudio que lo atestigüe?», se preguntan los animalistas.

ASSAIB recalcó que si las cabras no estaban contaminadas «las medidas adoptadas hubieran sido desproporcionadas, puesto que las cabras no padecían enfermedad alguna para poner en peligro la salud pública. En definitiva, no tiene sentido».

No obstante, los animalistas siguen adelante con la denuncia contra la directora general d’Espais Naturals i Biodiversitat, Caterina Amengual, y contra el conseller insular de Medi Ambient, Miquel Vericad, por prevaricación.

Los hechos se produjeron el pasado 4 de febrero, cuando técnicos del Cofib se desplazaron hasta el islote para acabar a tiros con el medio centenar de cabras que habitaban es Vedrà. La actuación tuvo un gran rechazo entre la sociedad y alrededor de 500 personas se manifestaron por las calles de Vila contra la matanza. Las razones de la Conselleria de Medi Ambient para llevar a cabo esta acción hay que encontrarlos en la protección de las especies vegetales endémicas del islote, amenazadas por la presencia de los mamíferos desde hace décadas.