El día ha amanecido gris y lluvioso, lo que ha generado que los miles de turistas que están en la isla hayan decidido visitar Vila. Esto sumado al día a día de los residentes está provocando un auténtico caos circulatorio en las principales carreteras de la isla y los accesos a la ciudad. Incluso los barcos regulares han tenido que retrasar algunos minutos sus salidas del puerto de Vila dado a que los buses regulares y discrecionales estaban atascados en la carretera y los accesos al puerto.