El Radiant tiene un gimnasio, dos piscinas, un jacuzzi, cine y un helipuerto. | Arguiñe Escandón

No es la primera vez que se deja ver en aguas de Eivissa y Formentera, pero sigue despertando la misma sorpresa y atención que el primer día que llegó a las Pitiüses. El megayate Radiant, de 110 metros de eslora y valorado en 240 millones de euros, está de nuevo navegando por las Pitiüses. Ayer, durante el tiempo que permaneció en puerto, despertó la curiosidad entre turistas y residentes.

Esta embarcación, considerada la segunda más lujosa del mundo por varios portales especializados en náutica y solo por detrás del Dilbar, se hizo en el famoso astillero alemán Lurssen en el año 2009. Este yate fue encargado inicialmente por el magnate ruso de los medios de comunicación Boris Berezovsky, que buscaba una embarcación de lujo con la que competir con el Pelorus, propiedad de su enemigo Roman Abramovich. Años después, sin embargo, vendió el Radiant al multimillonario del negocio de los automóviles en Emiratos Árabes, Abdulla al-Futaim, que es su actual propietario. Como dato curioso de este multimillonario árabe propietario del Radiant, cuatro de cada diez vehículos que circulan en Emiratos Árabes los ha vendido una de sus empresas.

Este yate cuenta con 110 metros de eslora, una manga de 16,3 metros, un calado de 4,4 metros y una velocidad de crucero de 16 nudos. La tripulación está formada por 44 personas y tiene capacidad para albergar a una veintena de huéspedes.

Durante la mañana de ayer, el Radiant fue ‘vecino’ de amarre en el puerto de Eivissa del yate Icon, que fue el que encargó esta semana un catering cuando estaba fondeado en Migjorn en Formentera y el catering desplegó una treintena de sillas y diez mesas en la playa, que es un espacio público.