La Federación de Comerciantes de la Marina-Puerto de Ibiza criticó ayer que el Ayuntamiento de Eivissa se esté planteando declarar zona acústicamente protegida los barrios de sa Riba y sa Penya como manifestó la concejala de Medi Ambient, Montse García, en el pleno que la Corporación celebró el pasado martes.
Los comerciantes lamentan que «por las quejas de cuatro vecinos» se pueda limitar la actividad de los locales de ocio y diferentes establecimientos que desarrollan su actividad en temporada alta, y afectar a las entre 2.000 y 3.000 personas que trabajan en estos negocios.
Desde la federación recordaron que las medidas contra el ruido se han endurecido en los últimos años y que, en la actualidad, cada local debe tener licencia para poner música, han de cumplir un horario y no pueden exceder los límites establecidos de decibelios.
Según señalaron, esta medida podría acabar con el puerto como zona de ocio nocturno para trasladar este tipo de actividad a otras zonas de la isla como Platja d’en Bossa y esto supondría «ahogar aún más el barrio de la Marina».
Los comerciantes mostraron su «sorpresa» de que tanto el equipo de gobierno municipal como el Partido Popular, que presentó la moción pidiendo la declaración de zona acústicamente protegida, «se hayan metido en este berenjenal».
Sanciones contra el ruido
Los representantes de los comercios de la Marina y el puerto reconocen que se tiene que respetar el derecho al descanso de los vecinos de la zona y, por ello, reclaman que «si algún local se pasa, le pongan una multa y lo cierren si es necesario». «Pero si hay un bar que molesta no lo tienen que pagar el resto», añadieron.
Desde el Ayuntamiento de Eivissa se han puesto en contacto con los comerciantes del puerto para tranquilizarles acerca de la posible declaración de la zona protegida, supeditada al resultado de un estudio de sonometría que se está realizando. En este sentido, la Federación confía que dicho estudio «no esté guiado» y que arroje resultados objetivos.