«Como seguramente ya sabe, en Ibiza se ha producido un incremento del número de robos en casas de vacaciones. Lamentablemente, lo han experimentado recientemente varios de nuestros huéspedes y propietarios de casas ...» Así empieza un mensaje lanzado a sus clientes por uno de los agentes inmobiliarios más importantes en el mercado online europeo del alquiler para alojamientos de vacaciones.

Los robos en viviendas de la isla trascienden más allá de Eivissa y están haciéndose notar en el mercado de alquiler internacional.

«Desgraciadamente, hay gente que ama la isla y venía todos los veranos pero han dejado de venir. Yo tenía una familia británica que venía desde hace varias temporadas pero, tras dos robos en los últimos dos veranos, este año me han dicho que no vienen a Eivissa», señala al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA el propietario de una casa vacacional en Sant Carles.

La oleada de robos sufrida el pasado verano y la sucesión de robos en viviendas registrados en la presente temporada ha supuesto la cancelación de muchos alquileres «de gente que era fija de Eivissa».

Ante esta coyuntura, uno de los grupos líder en el sector del turismo a través de internet ha lanzado una campaña de recomendaciones para su bolsa de clientes, procedentes principalmente del Benelux y de Alemania.

Así, el grupo informa a sus clientes (inquilinos y propietarios) sobre las medidas que deben adoptar contra la acción de los delincuentes. En este sentido, recomiendan la utilización de cajas fuertes para proteger los objetos de más valor.

Otro vecino de Sant Joan propietario de una casa vacacional apunta que el mercado holandés es uno de los que más se ha resentido. «Es gente de gran potencial económico que busca tranquilidad cuando está de vacaciones y una estancia placentera empieza por la seguridad. He tenido unos clientes que alquilaron la casa para dos semanas y, pese a tenerlo pagado, se marcharon al tercer día tras sufrir un robo», señaló.

En las últimas semanas se ha registrado un repunte de robos en casas aisladas de la isla, muchas de ellas viviendas de alquiler que han sido asaltadas con sus moradores dentro. «El año pasado sufrí robos con dos inquilinos diferentes. En ambas ocasiones fueron en fin de semana y coincidiendo con la hora en que habían salido a cenar. Ahora, desgraciadamente, esta gente ya golpea a cualquier hora y con la gente dentro de la casa», lamentó.