Una mujer llena varias garrafas de agua en el pozo público de Sant Rafel en una imagen de archivo.

Los acuíferos de Eivissa han aguantado el tipo durante el primer mes de temporada alta y están al 35% de su capacidad, según los datos presentados ayer en Palma por la directora general de Recursos Hídrics, Joana Maria Garau.

Esta mejoría se produce después de que a finales del mes de junio las masas de agua subterráneas de la isla se situaran en uno de sus niveles históricos más bajos, el 24%. Una cifra que ayer fue matizada por Garau, que la elevó hasta el 28%. La razón de este error en la medición hay que buscarla, según la directora general, en que los pozos en esta época del año están en uso y pueden provocar alguna anomalía en los resultados. En cuanto al aumento de las reservas hasta el 35%, desde Recursos Hídrics señalan que en el norte de la isla el mes de julio ha sido un mes húmedo, ya que han caído 25 litros por metro cuadrado cuando lo habitual es que las precipitaciones no superen los cinco litros, «por lo que ha habido cierta recarga de los acuíferos», señaló ayer Garau.

Entre las masas de la isla que han mejorado de manera notable están las de Cala Llonga, que ha pasado del 16% al 21%, y la de Jesús, que ha aumentado once puntos porcentuales, del 30% al 41%.

El nivel de los acuíferos de la isla de Eivissa a finales de julio es diez puntos porcentuales superior al registrado el año pasado, cuando las masas de agua subterráneas alcanzaron el 25% de su capacidad. «La situación comparada con el verano pasado ha cambiado muchísimo», destacó Joana Maria Garau, quien recordó las medidas cautelares puestas en marchas durante el invierno para recuperar los acuíferos, como la obligación de que los núcleos urbanos se abastecieran sólo con agua desalada.

Además, las precipitaciones acumuladas durante el otoño ayudaron a que a finales del año pasado los acuíferos llegaran al 57% de su capacidad. Por su parte, los acuíferos de Formentera han pasado del 42% al 56%.

En cuanto al nivel de sequía, el índice de Eivissa ha mejorado y ha pasado del 0,33 al 0,35, por lo que la isla continúa en prealerta. Si llega al 0,5 la situación pasará a ser estable, algo que no sucede desde el mes de diciembre de 2015.

LA NOTA

El anillo hidráulico: objetivo verano de 2017

La directora general de Recursos Hídrics, Joana Maria Garau, recordó ayer en rueda de prensa que en Eivissa ya se ha terminado la primera fase de las obras del anillo de interconexión que conectará toda la isla con las tres desaladoras y «en unos días» la zona de Sant Jordi ya recibirá agua directamente de las desaladoras de Vila y Sant Antoni. El resto de las obras estarán finalizadas antes de acabar el año y el próximo verano estarán todas las localidades interconectadas, también con la desaladora de Santa Eulària. Garau también destacó que en la menor de las Pitiüses ya se ha iniciado la ampliación de la potabilizadora de Formentera.