La experiencia de campañas pasadas ha posibilitado la mejora de las trampas para atrapar serpientes. | R.I.

El Ayuntamiento de Santa Eulària se ha sumado a la campaña contra la proliferación de serpientes en la isla y ha encargado 200 trampas para los residentes en el municipio como las que ya ha repartido el Consell d’Eivissa en diferentes reuniones informativas celebradas este mes. «El motivo es la preocupació por la expansión de esta plaga y los efectos que puede tener en la naturaleza, teniendo en cuenta los muchos avistamientos que tenemos en nuestro municipio», destacan desde el Consistorio, que invertirá 6.000 euros en esta actuación.

Desde Santa Eulària explican que estas trampas estarán a la venta en la Cooperativa de Santa Eulària por 15 euros, un precio que también incluye un ratón que servirá como cebo para que los reptiles entren en las cajas y una guía de conservación y de procedimiento en caso de captura.

Al comprar la trampa, el propietario se compromete a alimentar al ratón, a reponerlo en caso de muerte (los ratones se pueden comprar en la misma Cooperativa por aproximadamente 2 euros) y a avisar al Cofib si consigue capturar alguna serpiente. En caso de que los técnicos de esta entidad del Govern balear no puedan recoger los ejemplares, la Cooperativa de Santa Eulària se encargará de hacerlo.

Preocupación social

El director insular de Medi Rural i Marí, Vicent Tur, valoró positivamente la actuación de Santa Eulària y avanzó que desde el Ayuntamiento de Sant Joan también están interesados en comprar trampas. «Sumar esfuerzos es bueno», señaló Tur, quien también se mostró muy satisfecho por la asistencia a las cuatro reuniones informativas organizadas por la máxima institución insular en las que se han repartido una media de 70 trampas entre las más de cien personas que asistieron a cada uno de los encuentros. «Esto demuestra la gran preocupación que hay entre la población, es un problema social importantísimo porque en Eivissa nadie sabe qué hacer si se encuentra con una serpiente mientras que sí que sabemos reaccionar ante una rata, cuya mordida es más peligrosa que el de las serpientes», aseguró Vicent Tur.

Capturas en descenso

El director insular apuntó que desde hace varias semanas el nivel de capturas de las trampas repartidas desde mayo en Formentera y desde junio en Eivissa ha descendido «por culpa del calor, que hace que las serpientes, que pueden estar mucho tiempo sin comer, se escondan». Vicent Tur explicó su propia experiencia personal, ya que en su casa de Sant Llorenç ha conseguido atrapar 16 serpientes. «Al principio cogía cada día pero ahora llevo quince días en las que sólo he atrapado dos», destacó Vicent Fluixà. Por esta razón el director insular de Medi Rural i Marí aconsejó a la población «que no se obsesione con buscar trampas», ya que hasta que el calor no remita no volverán a aparecer los ofidios.

Y es que según los técnicos, las serpientes presentes en las Pitiüses están más activas durante la primavera, que es la época en la que se aparean; y en otoño, que es cuando crían. Vicent Tur explicó que en Formentera se han atrapado 250 serpientes desde el mes de mayo, mientras que en Eivissa las capturas han sido menores, 150 ejemplares. Eso sí, en la mayor de las Pitiüses las trampas se empezaron a instalar un mes después.

Vicent Tur señaló que espera que el próximo año el Consell d’Eivissa pueda dedicar «más medios y dinero» a la lucha contra las serpientes.

L A N O T A

Los planos para construir trampas, en la web del Consell

El Consell d’Eivissa ha puesto a disposición de la ciudadanía a través de su página web (www.conselldeivissa.es) los planos para fabricar las trampas que ya hay instaladas en buena parte de la geografía pitiusa para atrapar cuantas más serpientes mejor. En la web también hay una serie de información sobre los dos tipos de serpientes que hay sobre las islas, las culebras de herradura y de escalera, además de indicaciones sobre cómo actuar si se avista uno de estos reptiles. El Consell señala que los ejemplares capturados son sacrificados ya que su reintroducción en la Península está desaconsejada por su genética, morfología, enfermedades, parásitos y comportamiento, que ya son diferentes de las poblaciones originales y pueden comportar problemas graves a las poblaciones originales, donde están protegidas.