Imagen de archivo del Ayuntamiento de Santa Eulària.

La polémica ha saltado esta semana cuando medios internacionales como Jerusalem Post se han hecho eco de la aprobación de una moción en Santa Eulària en el último pleno que, según recoge el medio de comunicación citado, promueve un boicot contra Israel. El grupo Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), una organización que refuerza la relación entre España e Israel a través del trabajo conjunto con el gobierno, argumentó que «preconizar la destrucción del estado de Israel y limitar los derechos civiles y económicos de sus ciudadanos, empresas y amigos atenta contra los valores fundamentales recogidos en nuestra Constitución y debe tener consecuencias». Por ello, este grupo ha presentado ante un juzgado de Palma «un recurso para revertir esta ignominiosa medida».

Esta moción, presentada por Guanyem, salió parcialmente adelante con el apoyo del equipo de gobierno y del PSOE.
Según explicaron ayer desde Santa Eulària, la moción inicial contenía siete puntos de los que tres se rechazaron. Uno de los puntos rechazados y, por tanto, que no se aprobó declaraba al municipio libre de apartheid israelí, además de rechazar el declarar persona non grata al embajador de ese país y se rechazó, además, el instar a romper relaciones diplomáticas entre el gobierno de España y de Israel. «El Ayuntamiento no va a aplicar ninguna medida discriminatoria contra ningún grupo étnico ni religioso. No se va en contra de los ciudadanos de Israel», según explicaron desde Santa Eulària.

Lo que se aprobó exactamente, según aclararon desde el Ayuntamiento, son dos puntos. El primero instar «a que se respeten las resoluciones de la ONU referentes al cese de la violencia o la forma con la que se actúa en contra de la población civil de Palestina, siguiendo lo que la ONU dice en sus resoluciones», mientras que el segundo punto que se aprobó decía que el Ayuntamiento de Santa Eulària como institución «no va a fomentar unas posibles relaciones con Israel para el tema de la promoción económica y cultural. Es una cuestión de relaciones entre administraciones», por lo que, según comentaron desde Santa Eulària, no «obliga a nadie» ni interfiere en las relaciones entre particulares o empresas. «No existe ningún tipo de boicot contra nadie. No se dice que, por ejemplo, un particular o empresa privada no pueda tener relaciones con el gobierno de Israel», resaltaron y reiteraron que no existe ningún tipo de boicot contra Israel.