Un vecino de Vila ha denunciado la ocupación del espacio público destinado como acera por parte del restaurante La Bodega, situado en la calle Obispo Torres Mayans. Las sucesivas reclamaciones al dueño del establecimiento, según explicó un vecino, no han servido para mucho. «Se ha negado y no tiene intención de no ocupar la vía pública», destacó el residente del barrio donde se encuentra el local.

Esta situación viene repitiéndose, según aseguró, en los últimos siete años. Ante su hartazgo por la ocupación del espacio público que está haciendo este restaurante, ayer por la mañana este vecino, que prefiere mantenerse en el anonimato, presentó una instancia sobre este motivo al Ayuntamiento de Vila. Con este escrito se mostró esperanzador de que se solucione el problema y que tanto la Policía Local como el ayuntamiento revisen el espacio que puede ocupar. «Hace una ocupación completa del espacio público destinado como acera para tránsito de peatones, invadiendo la totalidad del suelo y haciendo suya de facto la acera», criticó el vecino.

No tiene constancia de que haya habido atropellos, más allá del auténtico «peligro» que conlleva para las personas caminar por la carretera ante la falta de espacio en la acera por la ocupación de mesas, sillas y clientes. Además, recordó que para aquellas personas que van con carritos de bebé el riesgo aumenta aun más. «La curva que hace esquina con el local no ofrece visibilidad, y el accidente será responsabilidad del ayuntamiento», comentó el residente de la zona.

Este restaurante, según remarcó, poseía solamente un pequeño local de 6 metros de fachada y en estos momentos el 65% de la acera de la calle está ocupada por sus mesas y sillas. La imposibilidad para transitar por la acera del local, según añadió, no solo se sitúa en un lado del mismo, sino que llega a ocupar las dos fachadas que tiene. De esta manera, las mesas y sillas situadas en la acera dan la vuelta a todo el perímetro del restaurante. A pesar de este largo «problema» para los viandantes, el propio vecino no recordó haber visto ningún agente de policía en el lugar.

Desde el Ayuntamiento de Vila explicaron en relación a la instancia presentada por el vecino, que una vez se recibe la denuncia se procede a enviarla a la Policía Local para verificar la Ocupación de la Vía Pública. De esta manera, según argumentaron, se hace un informe notificando al propietario del local el incumplimiento de la ordenanza. En este caso, el dueño tiene un plazo para alegar o subsanar esta deficiencia, y si transcurrido este tiempo el incumplimiento persiste se procede a iniciar el procedimiento sancionador.