Lo que comenzó como un episodio puntual se está convirtiendo en una pesadilla para los comerciantes ubicados en la plaza de la Constitució. Una plaga de ratas invade desde hace más de una semana los alrededores del Mercat Vell, donde, según algunos testimonios, hay al menos dos nidos de roedores que campan a sus anchas, especialmente cuando cae la noche. «A las tres de la madrugada salen como 20 ratas buscando comida», denuncia Patrick, del Café Tomate.

En más de una ocasión, la invasión de estos animales ha pegado un buen susto a los clientes que están sentados en las terrazas y que, según cuenta, cuando los ven «se levantan chillando». «El otro día estaba en la tienda y escuché gritos. Pensé que habían robado a alguien y cuando salí vi una rata enorme delante de la puerta», explica la propietaria de otro de los locales.

Los comerciantes de la zona aseguran que los roedores se han multiplicado en los últimos días. «Hay ratas pequeñas, lo que significa que están criando», señala Vero, quien asegura que algunas de las ratas que ha visto son «tan grandes como gatos».

La fuente que hay junto al Mercat Vell y al menos dos tuberías constituyen los focos donde se refugian estos animales, que salen a la plaza para alimentarse de la basura que los restaurantes sacan. Los responsables de los locales creen que el origen de esta plaga es también la suciedad que registra la zona. «No limpian los contenedores de basura y eso es comida para ratas», dice Patrick.

También advierten de los peligros de que haya ratas dentro de las tuberías: «Hay que limpiarlas porque cuando llueva y se inunde la plaza pueden salir todas a la vez».

En estos momentos, calculan que hay, al menos, una decena de ratas en uno de los nidos detectados, algunas de las cuales han entrado incluso en un edificio de viviendas. También advierten de lo rápido que se reproducen estos animales y piden soluciones al Ayuntamiento de Vila. «Hay que hacer algo para acabar con la plaga porque, si seguimos así, van a acabar viniendo 20.000», concluye otra comerciante.

LA NOTA

Basura y bolas de grasa de la alcantarilla, comida para las ratas

El Ayuntamiento de Vila responsabiliza a los dueños de bares y restaurantes de la zona de la plaga de roedores del Mercat Vell. Por una parte, por tirar las bolsas de basura a deshoras y, por otra, por arrojar aceite y restos de comida por el desagüe o incluso por la misma alcantarilla, motivo por el cual ya han sido sancionados algunos locales.

Según señalaron desde el Consistorio, los restos de comida y aceite propician la formación de «bolas de grasa» en las alcantarillas que sirven de alimento para las ratas.

El Ayuntamiento dice no tener constancia de esta plaga y recuerdan a los afectados que tienen que ponerse en contacto con ellos para que acuda el servicio de desratización en menos de 24 horas.