Cartones, bolsas de plástico y restos de botellón sin retirar, a mediodía, en un solar junto a la calle principal de Platja d’en Bossa. | DANIEL ESPINOSA

Las administraciones locales de la isla se han visto desbordadas en diferentes ámbitos ante el desembarco masivo de turistas en la temporada de los récords. Uno de los aspectos a mejorar tiene que ver con la limpieza y la recogida de residuos.

Aunque faltan medios y personal, la responsabilidad de que los núcleos más transitados de la isla no presenten un perfecto estado de revista no es sólo de los ayuntamientos. La conducta de personas sin modales y la inacción de propietarios de solares y terrenos privados empaña en multitud de ocasiones el trabajo de los operarios de limpieza municipales.

En la zona de Platja d’en Bossa que pertenece a la administración de Vila existe basura acumulada en los terrenos de varias propiedades y en zonas de cañas sin edificar. Como han denunciado comerciantes y hoteleros, falta inversión para la mejora de aceras, jardineras y otros espacios públicos, además de una mayor vigilancia y control sobre la limpieza y el mantenimiento de solares y terrenos que, aunque son de propiedad privada, comparten espacio con la vía pública.

Exactamente lo mismo ocurre en la parte de Platja d’en Bossa que gestiona el Ayuntamiento de Sant Josep. En espacios cercados sin construir se amontonan restos de botellón, deshechos e incluso comida que gente incívica arroja al suelo. Bien sea por pereza, por insensatez o por la saturación que presentan papeleras y contenedores, lo cierto es que en julio y agosto está siendo cada vez más habitual ver basura y suciedad por doquier.

En una conocida perfumería de la calle de la Murtra confirman que por la noche los contenedores rebosan basura. A primera hora de la mañana, cuando abren el establecimiento, limpian su parcela de calle de desperdicios y porquería acumulada. Los problemas se concentran entrada la tarde y por la noche, cuando comercios y restaurantes sacan sus desperdicios. Entonces aflora la mugre, que se fusiona con lo que derraman veraneantes y ‘aves nocturnas’ con escasa conciencia ciudadana.

En los rincones del parquin principal de Platja d’en Bossa y en los terrenos adyacentes a la oficina de la Guardia Civil y a un conocido centro comercial se amontonan latas, botellas de vidrio, bolsas y vasos de plástico y cartones que nadie se encarga de retirar. Es la basura sin dueño de Platja d’en Bossa.

Un trabajador de la concesionaria de recogida de residuos de Sant Josep recuerda que es la propiedad de estos terrenos la encargada de mantener limpios los solares.

En cuanto a las vías y espacios públicos, indica que en Platja d’en Bossa «hay casi 24 horas de servicio de limpieza». «Esto está impecable, maqueado. Pero es normal que haya basura a las 12 de la noche cuando acabamos el servicio, si todos los establecimientos sacan la basura y hasta las 2 de la madrugada no pasan los camiones», sostiene este trabajador, quien recuerda que entre las 5 y las 6 de la madrugada pasa otro vehículo de la contrata de limpieza municipal y otro más a media mañana.

La encargada de unos apartamentos de la calle principal de Platja d’en Bossa irrumpe para criticar que los deshechos se acumulan en la papelera situada delante de la entrada. Dice que durante el día no se sustituyen las bolsas de basura y lamenta que los restos rebosan y la gente deja la porquería encima o a los pies de la papelera. Por eso solicita al empleado municipal una de las llaves que abren la misma para vaciar la basura y colocar una nueva bolsa en el recipiente. Esta podría ser una de las pequeñas aportaciones que contribuyan a ‘lavar’ la imagen de uno de los destinos turísticos punteros de la isla.