María Rozalén a la voz, Beatriz Romero en la interpretación de las letras de las canciones a la Lengua de Signos Española, e Ismael Guijarro y Samuel Vidal a las guitarras. Este fue el sencillo formato con el que la cantautora albaceteña se presentó la noche del domingo, por primera vez en Eivissa, ante sus incondicionales en el jardín de Las Dalias y con su canción Ahora. Y en este formato convenció y sedujo a los asistentes con canciones de sus dos discos Con derecho a... y Quién me ha visto... como Para los dos, Bajar del mundo, La Belleza u 80 veces.

Al público se le evaporó rápidamente del pensamiento la casi una hora que había tenido que esperar para ver y escuchar a la manchega. La potencia, calidez, ternura y melodía de su voz, los ritmos y las letras de sus canciones, algunas comprometidas con la crítica social, otras con el amor y el desamor, ayudaron a ello. La sencillez de la puesta en escena y la belleza de la Lengua de Signos Española de la mano de Beatriz Romero en complicidad con Rozalén crearon un ambiente que sólo pudo mejorar la simpatía y el desparpajo de la albaceteña.