La magia, la ilusión, el espectáculo, la espontaneidad, la diversión y la alegría del mundo del circo se dieron cita ayer por la tarde en la playa de Cala Llonga, en un magnífico y original evento benéfico organizado por Circolar, la escuela de circo para niños de Eivissa. Con el objetivo de despedir en familia el verano y recaudar donativos para impulsar su proyecto Tejiendo un sueño, Circolar consiguió hacer realidad los sueños de niños y adultos gracias a un amplio programa de actividades destinado al público infantil con el que lograron sorprenderles en una tarde muy especial y hacerles disfrutar de lo lindo con numerosos entretenimientos.

Tejiendo un sueño es un proyecto desarrollado por Circolar para poder conseguir comprar y traer a Eivissa una auténtica carpa de circo de unos 15 metros de diámetro, con la intención de convertirla en un espacio fijo dedicado a cultivar la educación, la cultura, el arte, la magia y el espectáculo de los números circenses.

David Rodríguez, Marco Avara, Andrea Sturniolo y Jonathan González son los cuatro impulsores y creadores de Circolar en Eivissa. Hace seis años estos artistas y profesionales del mundo circense se encontraron en la isla blanca y decidieron aunar sus esfuerzos para dar forma a su proyecto de fundar una escuela para los más pequeños de la familia.

«Nuestro objetivo es alcanzar los 15.000 euros que cuesta la carpa y conseguir que sea un lugar para dar las clases a los niños, para los entrenamientos y para la creación de números circenses y de cabaret, de espectáculos aéreos, de acrobacias y de malabarismos», explicó David Rodríguez, uno de los fundadores de Circolar.

Hoy día imparten clases de circo en horario extraescolar a más de 200 niños de los Colegios de Sa Jovería, Francés, Santa Gertrudis, Xarc y Sant Miquel. Por tal razón, su deseo ahora es reunir dinero suficiente para adquirir y traer a la isla esa gran carpa y encontrar a alguna persona que quiera colaborar para cederles un espacio en un terreno donde poder ubicar la infraestructura de su escuela.

Andrea Sturniolo, detalló que «cada uno de nosotros procede de diferentes proyectos del mundo del circo y, por eso, lo que queremos con este proyecto que desarrollamos es acercarles e introducir a los más pequeños de la familia en los secretos de un mundo especial, apasionante y tan repleto de magia como es el circo».

La jornada infantil en Cala Llonga se celebró desde las 17.30 hasta las 23.00 horas, y contó con sesiones de holla hoop jam, trapecio y equilibrios, yoga en familia, Bollywood Dance, acrobacias y números verticales, musicoterapia, teatro o cabaret infantil, así como diversos talleres de pintura, de masajes, de maquillaje, de esculturas de arena y cine bajo las estrellas.