Una cacerolada para empezar el curso y no descartan convocar una huelga. Así ha arrancado el curso escolar en el colegio público Can Misses. Más de medio centenar de padres han hecho sentir su protesta por el "abandono que viene sufriendo el centro desde hace nueve años". Los padres se han concentrado durante 15 minutos en las puertas del centro provistos de cacerolas, silbatos, sartenes o cualquier otro utensilio que valiese para llevar a cabo la protesta convocada por la Asociación de madres y padres de Can Misses (AMIPA).
El presidente de la asociación, Paco Serra, señaló que el centro arrastra problemas graves con la electricidad y situaciones insostenibles y denunciadas como los "40 grados que sufren los niños en los barracones que hacen de comedor" o la falta de condiciones en los baños. A todos estos problemas se suma este curso la falta del personal especializado necesario. Este curso el centro acoge a 17 niños con necesidades especiales y la conselleria "sólo ha dispuesto personal docente para 14. Necesitamos souciones urgentes", apostilló.