Artesanos, músicos, vecinos y amigos de la familia de Juan Marí rindieron anoche en Las Dalias un tributo alternativo cargado de sentimiento y de agradecimiento hacia el fundador del archiconocido mercadillo hippie.

En representación de la familia de Juan Marí Juan, su hija Lucía Marí transmitió a los asistentes mediante una breve lectura su «más sincero agradecimiento» por las muestras de condolencia y cariño hacia un hombre «que nos acaba de dejar pero cuyo espíritu inquieto y ánimo siempre joven permanecerá entre nosotros». «Gracias al señor Juan, gracias a su carácter emprendedor, gracias a su constancia y, en definitiva, gracias a sus ilusiones y proyectos», relató conmovida Lucía Marí.

Las Dalias abrió sus puertas en 1954 y «fue creciendo poco a poco como punto de encuentro, y también como espacio de color y alegría», prosiguió Lucía. Tal y como transmitió a los asistentes, Las Dalias no existiría en la actualidad «sin el tesón de este pionero del turismo y del espectáculo, que amaba y cuidaba su tierra» y que, según explicó, «también se interesaba por las ideas nuevas, por las culturas que llegaban de fuera». «De esta curiosidad por lo nuevo, seguramente, nació el alma del mercadillo en 1985», puntualizó.

«En honor del señor Juan, como le conocían en el pueblo, seguirá sonando la música y seguirá fluyendo la conversación y la armonía entre tantas y tantas personas llegadas de todo el mundo que han encontrado en esta tierra y en esta casa ese espíritu de diálogo y tolerancia que tanto caracterizaba al fundador. Muchas gracias a todos, y que siga la música, por favor, que siga la vida…».