Plenario en el Ayuntamiento de Ibiza.

El pleno del Ayuntamiento de Eivissa aprobó ayer con los votos a favor de PSOE y Guanyem, la abstención del PP y el voto en contra de Epic, el nuevo reglamento de funcionamiento de la estación Cetis, cuya reapertura no está prevista para antes de que acabe el año.

El concejal de Mobilitat, Juanjo Hinojo, destacó que el nuevo documento que rige el funcionamiento interno de la estación ha sido «consensuado» entre el Consistorio y la empresa concesionaria del Cetis y, como recalcó, «todos han tenido que ceder».

Sin embargo, el concejal de Epic, Antonio Villalonga, criticó que la nueva normativa sea «un reglamento político» y no técnico que no especifica que la sala de espera para pasajeros que deberá construirse para que la estación pueda abrir de nuevo se haga en superficie o en la parte subterránea donde estarán ubicados los autobuses. «Un acuerdo político le hará ahorrar a la concesionaria los 450.000 euros que cuesta hacer la sala de espera abajo», aseguró.

Villalonga preguntó al equipo de gobierno diferentes cuestiones que, a su juicio, no están lo suficientemente claras como cuál es el aforo de la estación, quién asumirá los costes de las obras que se deben realizar para aumentar las medidas contra incendios o si incialmente estaba previsto construir la gasolinera que hay junto al Cetis. También criticó que el reglamento obligue a los autobuses a permanecer con los motores apagados dentro de la estación, por lo que no podrán tener encendido el aire acondicionado.

La estación de autobuses centró buena parte del pleno de ayer y durante el debate por otra moción de control presentada por Epic, el primer teniente de alcalde de Vila, Alfonso Molina, quiso zanjar el tema argumentando que han sido los técnicos quienes han marcado las reformas que se deben acometer en la estación para «satisfacer sus exigencias de seguridad y su operatividad».

Sobre las dudas que sugirió Villalonga sobre las posibles irregularidades cometidas en la licitación de esta infraestructura, Molina acusó al edil de «vivir en las teorías de la conspiración» y le instó a explicar «qué interés tiene en que la estación no se abra».

«El Cetis se va a abrir y ese día le invitaré a viajar conmigo en el primer autobús. Verá cómo no morimos ninguno de los dos», ironizó el primer teniente de alcalde.