El aguacero caído ayer a mediodía en puntos de la isla dejó 5 litros por metro cuadrado en Sant Antoni y estampas poco habituales en Platges de Comte.

A mediodía, el cielo empezó a descargar con fuerza y la cantidad de agua convirtió las terrazas naturales en unas mini-cataratas por donde caían torrentes de agua que arrastraban la arena mar adentro.

La arena arrastrada formó una lengua de color marrón que se adentró unos 30 metros.

Noticias relacionadas

Los bañistas tuvieron que cobijarse en los establecimientos de la zona, mientras los más osados aprovecharon uno de los torrentes originados en la playa para deslizarse con sus tablas.

La inestabilidad meteorológica afectó principalmente a Sant Josep y Sant Antoni. En Vila dejó lluvia muy débiles y puntuales.

La jornada también dejó la imagen de un cap de fibló frente a la línea costera de Ibiza.