Es un ‘no’ a Rajoy en clave interna. Vicent Torres necesita blindar el futuro del Consell d’Eivissa ante la más que probable abstención de los socialistas en la investidura del candidato del PP antes de acabar este mes de octubre.
Podemos ya lo ha advertido: si los socialistas permiten gobernar a Rajoy, habrá consecuencias en aquellos lugares donde gobiernan con el PSOE. Entre esos lugares está Ibiza, de la misma forma que Armengol está dando todos los pasos en el Govern para blindarse lo que resta de legislatura.
La más que probable abstención del PSOE en la investidura de Rajoy puede traer importantes consecuencias. En Castilla-La Mancha Podemos ya ha anunciado que dejará de apoyar al presidente socialista. En Ibiza las amenazas no han ido más allá de unas declaraciones sobre «posibles consecuencias» realizadas por Aitor Morrás en Diario de Ibiza, pero poco más. Aún así, ha sido muy claro. «Ojalá que no pase. Pero si se propicia un Gobierno del PP que imposibilite el cambio político, que el PSOE gobierne con el PP», declaró el diputado podemita.
Torres no ha querido darle demasiada importancia a las amenazas de Morrás, pero ha dejado claro que el gobierno con Podemos funciona bien. Aún así el presidente del Consell sabe que una llamada de Pablo Iglesias a Viviana de Sans bastaría para romper el acuerdo de gobernabilidad y dejar al PSOE en minoría. A falta de algo más de dos años para terminar la legislatura, y ante la imposibilidad de configurar un nuevo pacto de gobierno, Torres se vería obligado a gobernar en minoría, con apoyos del PP. En el ámbito balear Armengol tiene más opciones: adelantar las elecciones sería una de ellas. Por eso la presidenta socialista quiere que Podemos se implique más en el gobierno autonómico, que gestione áreas junto al resto de partidos políticos. La gran incógnita es saber qué hará la diputada Sofía Hernanz si, finalmente, la gestora propone la abstención. ¿Acatará la disciplina de voto de la gestora o acatará el mandato de la ejecutiva insular favorable al ‘no’? La disyuntiva no será nada fácil para la dirigente socialista, que estaba muy ligada políticamente a Pedro Sánchez y formaba parte del staff en el grupo parlamentario.