Una mañana soleada pese a las nubes amenazantes fue la que decidió recibir ayer con los brazos abiertos a la primera Feria de Stocks de los comerciantes de Vila. La plaza de Antoni Albert i Nieto fue el escenario de un evento que desde el inicio lució alegre y con gran afluencia de público de todas las edades. Cerca de una veintena de establecimientos participaron con sus géneros en una feria que se centró, básicamente, en ropa, zapatos y complementos.

«Esta feria ha sido una demanda de las asociaciones de comerciantes y nos pareció una idea correcta. Pensamos en un espacio que tuviera ya público de por sí y comenzamos a organizarla. Es la primera que hacemos con carácter abierto en la ciudad y la verdad es que está teniendo muy buena acogida», valoró desde la organización, Tomás París.

Desde los comerciantes, Mari Carmen Marí explicó que «al haber poco espacio hemos tenido que hacer una gran selección y finalmente hemos traído restos de temporada y un poco de avance de la que entra». También mostró su esperanza ante la posibilidad de que «aunque se vuelva a hacer la feria en el Recinto Ferial, se pueda volver a llevar a cabo ciudad y tengamos dos oportunidades al año para nuestros stocks como tienen los comerciantes de Sant Antoni y Santa Eulària».

Contentos

En general, los comerciantes se mostraron muy contentos con la iniciativa con la única queja unánime de que el espacio que les había tocado por puesto era «un poco justo». En este sentido, Rosa López aseguró que le parecía genial esta iniciativa «y creo que se tendría que hacer una vez al mes porque me recuerda a esos mercadillos de barrio o de pueblo que tan bien han funcionado siempre y dan mucha alegría al lugar. Estoy muy contenta porque está muy animado», confesó esta comerciante ayer por la mañana.

En el otro lado, los potenciales clientes también valoraban como muy positiva la iniciativa y consideraban que un par de Ferias de Stocks al año en la ciudad estarían muy bien. Era el caso de Juan Marí que aunque había asistido con la idea de pasear por la plaza con su familia, no descartaba las compras.

«Acabo de comprar una camisa porque la verdad es que he visto que hay de todo, pero también buenas oportunidades. Hay cosas que no, pero otras que valen la pena. Es una buena oportunidad para hacer compras, pasear con los niños y escuchar música. Deberían de organizar más», opinó Maria Ribas.

La organización pensó en todos los detalles para que todo saliera a pedir de boca. Por ello, a las 10.00 horas se abrió la feria y hasta las 12.00 horas los más pequeños pudieron disfrutar jugando tanto en los castillos infalibles como en los distintos talleres de reciclaje, fabricación de chapas o pintarrajas que tuvieron presencia específicamente para ellos.

A las 12.00 horas se produjo la inauguración oficial de esta primera feria de stocks de Vila a la que acudió el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz y un poco después comenzó el concierto coral de Gospel Lab. Desde la organización, también pensaron que en algún momento podría hacer acto de presencia el estómago y por ello tres puestos con productos típicos ofertaban sus delicias y a las 13.00 horas fue la organización la que agasajó al público presente con una degustación de productos locales como cocas pagesas y flaons.

A partir de las 16.00 horas volvieron los juegos infantiles y a las 19.00 horas otro concierto, en este caso el del grupo de funky soul Rysers.