A sus 74 años, Margarita Portas, voluntaria de Manos Unidas, ha visitado Tanzania, donde ha vivido «una de las mejores experiencias de su vida». Margarita viajó hasta el país africano junto con otras cinco voluntarias de la ONG para revisar y conocer los trabajos que Manos Unidas está llevando a cabo en las regiones con más miseria de este país.

Durante la última semana de septiembre, las voluntarias visitaron la región de Iringa, la zona con mayor prevalencia de SIDA del país, con un índice medio del 30%. Allí conocieron de primera mano el centro Dream, donde la Comunità di Sant’Egidio lucha por combatir esta enfermedad. Allí quedaron muy «sorprendidas» porque «todo estaba informatizado y muy bien organizado». Portas aseguró que, si bien Manos Unidas «no suele ayudar en estos proyectos sanitarios», en este caso, y dada la necesidad «ayudamos a proporcionar medicinas».

En la misma región, visitaron el trabajo que la ONG realiza junto a la Fundación Agrónomos Sin Fronteras. «Estos agrónomos españoles han creado una escuela de agricultura donde hacen cursos de cinco meses de duración. Allí enseñan las técnicas más apropiadas para cultivar». En este proyecto, Manos Unidas ha ayudado en la construcción de una nave, y ahora se «está construyendo una nueva donde comercializar el producto que les sobra». Tal y como explicó Portas, la Fundación Agrónomos Sin Fronteras ha creado una forma de secar fruta y verdura con placas solares. «Esta gente sólo tiene alimento fresco, fruta del tiempo. Pero con la fruta y verdura seca tienen alimentación durante todo el año y los excedentes se pueden comercializar».

Uno de los proyectos destacados que la ONG ha llevado a cabo en la región de Kicombo, y que también pudieron visitar, es una conducción de agua. «Allí no tenían agua y las niñas y las mujeres tenían que andar 6 kilómetros para ir a recoger agua de un manantial, que no era muy potable». La situación ha cambiado después de que Manos Unidas haya facilitado el acceso al agua potable.

Este curso 2016-2017, Manos Unidas Ibiza quiere ayudar a llevar a cabo dos proyectos educativos. La intención es recaudar 22.500 euros para la construcción de un bloque de tres aulas de primaria en la región de Mikalanga, en Tanzania y otros 69.500 euros para mejorar la infraestructura y equipamiento de una escuela rural de Primaria en una localidad a 1.000 km de a capital de la República Democrática del Congo.