El portavoz de la comunidad musulmana en Ibiza, Salahuddin Costa, reconoció su «sorpresa» por la detención en Sant Antoni de dos imanes acusados de, presuntamente, apoyar a Estado Islámico.

«Me ha sorprendido y me da pena porque el imán, al que conozco, ha destruido su vida y me entristece que una persona como él, inteligente y agradable, tenga una segunda faceta oculta. Sé que la Policía no arresta a gente de manera arbitraria y me apena lo sucedido, que este hombre apoye a este Califato criminal», aseguró tras los hechos.

Sobre el imán detenido, arrestado en 2010 por presuntamente maltratar a alumnos que aprendían el Corán en su mezquita, el portavoz recordó que «al final la cosa se quedó en nada, aunque hubo escándalo porque hoy en día todos los musulmanes somos carne de cañón».

Costa confía en que lo sucedido no perjudique al resto de musulmanes residentes en Ibiza porque «la gente cree, viendo a radicales, que el Islam es incompatible con Europa y no lo es».

«Cuando un musulmán es un inmigrante y solicita la residencia en un país como España, debe respetar las leyes. Es una obligación, incluso que pone Dios en el Corán. No debemos ser gente que cree problemas, ni ser rebeldes, ni miembros destructivos de la sociedad. Si aplicáramos la moral musulmana, el mundo sería mejor», aclaró.

«Se veía venir»

El arresto no pilló por sorpresa a algunos vecinos de la zona. Hamed Enoichi afirmó que se veía venir por los mensajes que difundían y que había provocado que a la mezquita dejara de acudir gente.

«Se veía venir que estos dos chavales eran un poco... Olía a mil kilómetros. O yo soy un genio o la gente es subnormal. Adoctrinar, rollo tienes que ir a poner 50 mil bombas, no lo sé, pero sí que empezaron con un discurso un poco maquiavélico. Entonces la gente se empezó a ir», señaló a los medios Enoichi, escritor ibicenco de raíces marroquíes y vecino de la comunidad. También admitió que entre los jóvenes magrebíes «puede haberlos más radicales», y señaló que «la gente que tiene más miedo al Daesh no son los cristianos, son los propios musulmanes que por miedo a represalias muchas veces prefieren alejarse a denunciar».

Defienden al imán

Familiares y amigos del imán arrestado, que estuvieron toda la mañana esperando su salida del domicilio, aseguraron que nunca ha difundido mensajes a favor del Daesh y miembros de la comunidad marroquí en Sant Antoni defendieron su inocencia.

«El imán, yo y todo el mundo lo tenemos muy claro, y no creo que esté a favor del Daesh, ni con mensajes ni con comentarios. Pueden estar muy seguros porque yo ahora viendo la noticia de que tiene mensajes en su Facebook, yo he entrado, como puede entrar todo el mundo, y se ve que no tiene mensajes. Lo conozco muy bien y me ha sorprendido mucho», explicó un familiar de la esposa del imán detenido.

El padre de Hamed Enoichi, al contrario que su hijo, también exculpa al principal acusado de adoctrinar a niños en la madraza y de enaltecer el terrorismo yihadista: «El imán es muy buena gente, muy buena persona. Yo lo conozco desde hace años y no pienso nada malo de ese señor. Es un hombre tranquilo con el que se puede hablar. Es un hombre de paz». Mohamed se enteró de la noticia por su hijo Hamed. Cuando supo la identidad de los detenidos se quedó «extrañado». «Si hubiera sido otro... De éste nunca había sospechado», indicó contrariado antes de reconocer que en la comunidad marroquí en Sant Antoni «hay integristas, como en todos los lados».

Mohamed también lamentó, como Salahuddin Costa, que por culpa de sucesos como este «siempre salimos mal parados». «Cuando pasó lo de Francia entré aquí en un bar y no me sirvieron café, y eso que llevo 40 años aquí y tengo a toda mi familia trabajando», criticó.

Condena al Daesh

El presidente de la asociación marroquí de Sant Antoni, Mohamed el Harrachi, también expresó su sorpresa por las detenciones y negó que el imán lanzara mensajes de corte yihadista. Sin embargo, desveló que la llegada de una nueva directiva a la asociación que controla la mezquita, hace poco más de un año, ha alterado el funcionamiento de la comunidad marroquí en el barrio: «Ya dije que esta gente se iba a meter en un lío porque quitaron la ayuda que nos da Cruz Roja. Anteriormente repartíamos esta ayuda entre la gente, y desde que han llegado ellos han quitado la ayuda. Les dije que traería problemas, y mira».

El Harrachi, no obstante, dejó claro que la asociación marroquí está en contra del llamado Estado Islámico: «No tenemos nada que ver con esto, estamos en contra de esta gente que está peleando o que pertenece al Daesh. Nosotros venimos aquí a trabajar. ¿Qué nos da Daesh? Solo están matando a gente y estamos contra ellos».

LA NOTA

Los vecinos no sospechaban nada

Entre los vecinos de las calles en las que se llevó a cabo el operativo cundía la sorpresa y también cierta sensación de alarma. «Nos conocemos todos porque Sant Antoni es muy pequeño. No estamos seguros en ningún lado. No pensábamos que nos tocara a nosotros», señalaron residentes en el barrio que prefirieron mantener su anonimato.

José, de 86 años, y vecino de la calle San Rafael, se mostró satisfecho con la actuación de la Guardia Civil aunque reconoció que no esperaba este desenlace: «Me alegro de que la Guardia Civil los haya cogido, pero ha sido una sorpresa. No sospechábamos nada. Nunca ha habido problemas, el barrio es tranquilo y no esperábamos esto. Ahora con la Guardia Civil estamos tranquilos, pero es muy raro que por aquí venga esa gente».

Francisco y Cati se enteraron a las 7 de la mañana del operativo por la radio. Ambos mostraron su recelo hacia la comunidad musulmana y afirmaron que les «preocupa la situación». «Hay demasiados inmigrantes y no sabemos de qué viven», indicaron al ser consultados por este periódico.

Antonio, mientras tanto, sentencia que «nunca ha habido problemas con ninguno» de los residentes y que no había «sospechado» del presunto radicalismo de los detenidos: «El imán va y viene de la mezquita y no se mete con nadie».

Sobre su ayudante, también arrestado por la Guardia Civil en la operación, una comerciante de la calle Cervantes señaló que «tiene mala pinta» y una conducta «un poco rara». «Me da pena la mujer porque es un amor», concluyó.

LA NOTA

Mensaje de «tranquilidad» del Ayuntamiento

La concejala de Gobernación del Ayuntamiento de Sant Antoni, Aída Alcaraz, quiso trasladar «un mensaje de tranquilidad a los vecinos» tras las detenciones de los dos imanes de la localidad, acusados de apoyar presuntamente al Estado Islámico.

Según declaró a Europa Press, «las detenciones evidencian la falta de mucha presencia de la Guardia Civil de manera continuada en Sant Antoni y los núcleos rurales, aunque el mensaje debe ser que todo está bajo control y sólo podemos valorar positivamente las detenciones».

Alcaraz reconoció la «sorpresa» del equipo de gobierno ante esta noticia «aunque es evidente que la Guardia Civil tiene controlado todo el proceso».

La concejala de Interior reiteró que la comunidad musulmana en Sant Antoni «está muy integrada y nunca hemos tenido problemas, aunque es verdad que en 2010 el imán fue denunciado por pegar presuntamente a sus alumnos».

«Salvo estas situaciones, existe una gran integración de la comunidad en el municipio y sólo podemos valorarlo de manera positiva», concluyó la edil socialista.