El Grupo Parlamentario Socialista ha enviado una notificación a los diputados del PSIB, Pere Joan Pons y Sofía Hernanz, quienes el pasado sábado votaron en contra de la investidura de Mariano Rajoy y, por tanto, rompieron la disciplina de voto de la formación.

Según les explica el Grupo Socialista en la comunicación, los dos diputados disponen de un plazo de siete días para presentar alegaciones, han informado a Europa Press fuentes del partido. Pons y Hernanz no han sido los únicos que han recibido esta notificación puesto que la dirección del Grupo Socialista en el Congreso ha comunicado a los 15 diputados del PSOE que el pasado sábado rompieron la disciplina votando que se les ha abierto este expediente antes de decidir si les impone o no una sanción.

El presidente del Comité de Disciplina del Grupo Socialista, el conquense Luis Sahuquillo, ha enviado una carta a los diputados díscolos notificándoles que se ha abierto el procedimiento habitual previsto en el reglamento del grupo parlamentario en caso de no respetarse el sentido de voto decidido. Además, les informa de que cuentan con una semana para hacer las alegaciones correspondientes sobre su decisión, que supone una desobediencia del mandato del último Comité Federal, que optó por abstenerse ante Rajoy. Entre quienes el pasado sábado se apartaron de este criterio se encuentran los siete diputados del PSC (entre ellos Meritxell Batet, miembro de la dirección del Grupo Socialista), las dos independientes que 'fichó' el ex secretario general Pedro Sánchez para su lista por Madrid, Margarita Robles y Zaida Cantera, los baleares Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, el vasco Odón Elorza, la gallega Rocío de Frutos, la palentina María Luz Martínez Seijo y la aragonesa Susana Sumelzo.

Conocidas las alegaciones, la dirección del Grupo Socialista decidirá las sanciones que impone a los diputados que se han saltado la disciplina, que podrían enfrentarse a multas que oscilan entre los 200 y los 600 euros, ésta última es la de mayor cuantía. El mismo sábado, antes de que se procediera a la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy, el presidente de la Gestora que dirige el partido, Javier Fernández, dejó entrever que sólo habría sanciones económicas para los díscolos porque aseguró entonces que no tenía en la cabeza expulsar a nadie del grupo.