El grupo de trabajadores se concentró ayer ante la entrada principal del hospital Can Misses. | DANIEL ESPINOSA

Alrededor de unos 40 trabajadores del servicio de transporte urgente y programado de Ibiza se concentraron ayer ante la puerta principal del hospital Can Misses para reclamar los atrasos de sus nóminas que les adeuda SSG, la anterior empresa concesionaria del servicio a la que ahora se le ha adjudicado el transporte programado de Balears. La deuda afecta a unos 53 técnicos del transporte sanitario urgente y 22 de servicios programados de las Pitiusas. En el caso de los trabajadores del transporte urgente, la deuda asciende a unos 3.000 euros y en los de programado, 1.500 euros. Los atrasos corresponden a la actualización del IPC, pagas extras y el finiquito por el cambio de empresa. En Balears, la deuda asciende a 750.000 euros.

«No entendemos cómo una empresa que debe ese dinero a los trabajadores alegando que no tiene solvencia económica se haya presentado al concurso del transporte de programados, se le adjudicó y tuvo que presentar un aval de 17 millones de euros. O nos están engañando o la administración no ha hecho su trabajo y no comprobó la veracidad de sus cuentas», dijo ayer José Manuel Maroto, delegado de USO, uno de los representantes de los trabajadores junto a Sonia Torres y Vicente Nadal, UGT, y José Tur, de FS-TES.

De hecho, después de la concentración, los representantes del comité de empresa entregaron en el registro del Área de Salud una carta dirigida al secretario general del Servei de Salut, Manuel Palomino, en la que expresan su malestar por la situación con el Ibsalut «por la situación de desamparo total a la que la administración nos ha abocado», según se recoge el escrito. «Es temerario que la empresa tenga este problema con los trabajadores. La administración lo conoce, sabe, mira para otro lado y encima les premian con un contrato de 46 millones que salen de las arcas. Que la administración cumpla con sus obligación que es velar por los trabajadores. Si no saben hacer que cumplan, que se vayan y vengan otros. No queremos hacer una guerra contra la administración. Nos debe dinero la empresa pero es la última responsable subsidiria de que los trabajadores cobremos», añadió.

A la concentración acudieron sobre todo trabajadores del transporte urgente, «porque el horario de los compañeros de programado es de día y no queremos perturbar a los pacientes; muchos tienen con estar enfermos para que nosotros entorpezcamos su recuperación», precisó Maroto. Destacó el trabajo que hacen los técnicos del transporte sanitario, «somos los que realizamos el 90% de los servicios de emergencias en las islas; somos la imagen y la administración se olvida que somos los que damos la calidad, por eso pedimos que se pongan las pilas», finalizó Maroto, que consiguió tras su intervención el aplauso de sus compañeros que enarbolaban una pancarta en la que se leía «SSG. Queremos cobrar».

Los trabajadores seguirán con concentraciones si no logran una solución. «La próxima concentración será en la puerta del Consell; la empresa no nos paga pero los responsables son los políticos, tienen que velar que la empresa que ellos contrata cumplan, que empiecen a vigilar y nos vendan la moto». Nadal pidió a los políticos «que se involucren en el servicio sanitario que hacemos».

Ante este conflicto, el gerente del Área deSalud, José Balanzat., aseguró que lo ve «con preocupación; nosotros somos los que recibimos este servicio y vemos con preocupación si puede influir en el transporte de nuestros pacientes». El gerente espera que el conflicto se resuelva «cuanto antes; es un contrato que se ha hecho a nivel de la Comunidad Autónoma y depende de servicios centrales dePalma pero deseamos que se resuelva y que los trabajadores cobren los que les adeuda».