El Ayuntamiento de Santa Eulària impulsa dos proyectos, que se encuentran en exposición pública por parte del Servicio de Litoral y Costas del Gobierno ya que deben ser aprobados por este organismo, para poder reducir la contaminación y la pérdida de arena que conllevan las fuertes lluvias en la playa de Santa Eulària y el puerto de es Canar. Se trata de modificar las actuales salidas de pluviales para que separen restos sólidos, grasas y arena. Además, en el caso de Santa Eulària, se traslada el punto de vertido de un aliviadero existente actualmente directamente sobre la playa. En total, se invertirán unos 225.000 euros, según ha informado esta mañana el Consistorio.

El proyecto más grande de los dos es el que pretende modificar este punto, situado justamente en s'Alamera. La red de pluviales que desemboca en este punto recoge la lluvia desde las calles Sèquia des Mallorquí, Vénda des Coloms, Pintor Barrau, Camí de Missa, Sol, Sant Josep, Sant Vicent y el mismo paseo. Esto supone que en días de fuertes lluvias se genere un gran caudal que baja hasta el Paseo Marítimo, un punto donde se conectan dos colectores en un común pero de menos tamaño. Este último es suficiente para precipitaciones normales, pero en ocasiones no puede asumir esta carga y entonces entra en acción un rebosadero que soltar el agua sobrante desde el muro de cantil del paseo directamente sobre la playa, aproximadamente a un metro de altura .Esto supone que la fuerza de la corriente elimina mucha arena de la playa, lo que obliga posteriormente a redistribuir la existente. Además, implica que muchas restos sólidos, aceites y grasas vayan a parar directamente a una zona de baño, con el potencial contaminante que ello conlleva. El proyecto, que se podría ejecutar en 8 semanas y con un presupuesto estimado de 172.000 euros, cerraría este rebosadero, alargaría unos 150 metros el colector en dirección norte y supondría construir una arqueta con diferentes salas donde se retirarían los sólidos en suspensión, las grasas y aceites y también la arena y restos pesados. De esta manera, el agua que se devolverá al mar será de mejor calidad y tendrá un impacto ecológico más pequeño. Al mismo tiempo, la modificación del punto de vertido hacia una zona de rocas y situada entre la zona de salida de las actividades náuticas de la concesión de la playa y la rampa de varada, la Escuela de Vela y el punto de atraco de las excursiones turísticas, es decir, una zona que ya soporta un uso intensivo náutico. En cuanto a la actuación en la zona de es Canar tendrá un coste de 57.000 euros y una duración estimada de cuatro semanas. En este caso, la intervención es para modificar el actual rebosadero sin tratamiento y a nivel de superficie. La nueva obra supondrá ampliar ligeramente esta plataforma para situar una arqueta con las mismas funciones que el anterior: eliminar restos sólidos, arena y grasas.