Los obreros municipales introducen material para empezar a tapiar el edificio. Foto: TONI ESCOBAR

Acisclo Martín, el único vecino que vivía en el bloque de viviendas de Santa Margalida de Vila abandonó ayer por la mañana su domicilio después de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de la ciudad.

Así lo comunicó el Consistorio unas horas después de producirse la salida, dado que una de las condiciones que Acisclo puso para irse del antiguo edificio de viviendas protegidas declarado hace unas semanas en ruinas fue hacerlo sin la presencia de los medios de comunicación.

En usufructo

El último vecino de Santa Margalida, un anciano octogenario, ha aceptado finalmente trasladarse de manera voluntaria a una vivienda que dispondrá en usufructo situada en el bloque Es Pla de Vila, junto al primer cinturón de ronda.

Tras su salida, una brigada de obreros municipales han acudido al edificio, ubicado en la avenida Isidor Macabich, para empezar a tapiar las puertas y ventanas del inmueble con el objetivo de evitar que sea nuevamente ocupado.

El bloque de viviendas fue declarado en ruinas a finales del pasado mes de octubre una vez que los técnicos del Ayuntamiento certificaron unos derrumbes en el techo que ponían en peligro la integridad física de las personas que lo habitaban. Ahora los técnicos deberán redactar un informe para proceder a la demolición de un edificio, construido en el año 1954 y expropiado hace una década por el Ayuntamiento de Eivissa para realizar el proyecto urbanístico Eivissa Centre, finalmente paralizado por presuntas irregularidades.

La salida de Acisclo Marín de su vivienda se produce después de una década de resistencia a pesar de los sucesivos intentos del Ayuntamiento de negociar con él una solución.

El vecino, tras recibir el documento que le instaba a abandonar el edificio por su declaración en ruinas, se presentó voluntariamente a principios de noviembre en las dependencias municipales del Cetis para negociar el abandono de su vivienda, que compró en el año 1975.

El Ayuntamiento decidió negociar la salida de Acisclo Marín antes de recurrir a una orden judicial y le ha ayudado a trasladar los enseres de su propiedad a su nuevo domicilio después de que los Servicios Sociales del Ayuntamiento alcanzaran un acuerdo con él.