Ajetreada jornada ayer en el aeropuerto de Ibiza por la cercanía de la Navidad, fechas que aprovechan unos para reunirse en familia y otros para viajar. En el aeródromo ibicenco aterrizaron y despegaron ayer 84 vuelos, lo que supuso el movimiento en la instalación aeroportuaria de más de 10.000 pasajeros que pasarán, en su gran mayoría, al menos la Nochebuena y el día de Navidad en familia y con amigos. Desde primeras horas de la mañana, la terminal de llegadas estuvo muy animada. Alrededor de las 10.00 horas aterrizaba un vuelo de Eindhoven con el pasaje completo y lleno de turistas que aprovecharán las vacaciones navideñas para pasarlas al sol. Sin embargo, durante toda la jornada la mayoría de los pasajeros que llegaban eran ibicencos que volvían a la isla desde sus lugares de trabajo o de estudio.

Mucha emoción

La jornada estuvo llena de emociones. Todos los que esperaban estaban ilusionados por volver a ver a sus seres queridos. Era el caso de Elisabeth Clapés, que esperaba a su hija acompañada de una amiga. «Hasta ayer tuvo un examen y no ha podido venir antes. Vamos a celebrar la Navidad con la familia y los amigos», explicó contenta. Otros como Neus Escandell venían de más lejos, en este caso de San Francisco (California) y su familia estaba deseosa de que llegara. Su hermana Diana estaba echa un manojo de nervios y no paraba de enrollar y desplegar el cartel de bienvenida que habían confeccionado para la ocasión. La acompañaban su hijo y su padre, Javi Escandell, presidente del Ushuaïa Ibiza Voley. «Mi hermana está en San Francisco y no la vemos desde hace tres meses. Nosotros celebramos juntos la Navidad; estar juntos es lo que más nos gusta. En enero nos vamos todos de viaje. Somos 14», contaba muy orgullosa. Y cuando Neus cruzó el umbral de la puerta de salidas el cartel de bienvenida quedó arrugado en medio del abrazo y los nervios de Diana se convirtieron en lágrimas que pronto se transformaron en risas y alegría de reencuentro. «Estoy haciendo un premáster para mejorar mi inglés. Me vuelvo después de Navidad para dos meses más y luego volveré aquí. Llevo cinco años fuera, pero siempre vuelvo. Quería estar aquí en familia», decía mientras besuqueaba a su sobrino.

Entre los que esperaban también estaba Antonio Costa acompañado de tres de sus hijos. La cuarta venía en un vuelo procedente de Barcelona. Su nombre es Neus y hace dos años que estudia Veterinaria en la capital catalana. «Todos los años celebramos la Navidad. Somos seis y nos juntamos todos obligatoriamente», aseveraba Antonio, visiblemente satisfecho de su prole. Cuando la estudiante apareció por la puerta todos fueron a su encuentro para besarla, aunque como reconoció «vengo muy a menudo». El padre, que se quedó el último reclamó un beso para él.

Montse Carreras y Carmen Ramón se fundieron en un fuerte abrazo a la llegada de la primera. Son cuñadas y no se veían desde hacía tiempo».Vengo de Terrassa y estoy muy contenta de poder pasar la Navidad aquí», explicaba con emoción contenida. También de la misma localidad venía Carmen Sánchez, que estudia Optometría y Óptica en la localidad barcelonesa. Su madre, María Cepas y su padre, Diego, estaban muy contentos. «Muy emocionada por recibir a mi hija», explicaba María sin querer soltarse de los brazos de su hija.

María Tur y Marina Fernández también estudian fuera y la prima de la primera y el novio de la segunda los esperaban con mucha alegría y con muchas ganas de aprovechar este tiempo de Navidad para pasarlo «muy, muy bien».