Arrastrados tierra adentro. Enterrados bajo una montaña de algas, partidos en la arena o hundidos junto al muelle donde estaban amarrados. Así se encuentran una decena de barcos a lo largo de la playa de Talamanca. Es la estampa originada por los temporales que han castigado las Pitiusas en las últimas semanas.

Algunas de estas embarcaciones llevan dos semanas abandonadas a su suerte, pero también las hay que llevan varadas desde el pasado mes de noviembre.

Las embestidas del mar las llevó hasta la orilla y ahora esperan que sus propietarios se hagan cargo de la retirada de las embarcaciones.

Tras el paso de los temporales, el Ayuntamiento de Vila realizó una limpieza de la zona del litoral afectada y dio aviso de la situación de las embarcaciones a Capitanía Marítima, que es el organismo que comunica a los propietarios sobre la situación y estado de su embarcación.

Según subrayaron fuentes municipales, son los propietarios de las embarcaciones los que deben hacerse cargo de la retirada del barco.

Los dueños de las embarcaciones están avisados. En la mayoría de casos se trata de gente que viven fuera y que no retiran los barcos por el elevado coste que puede suponer la operación.

Foto fija

Desde principios de noviembre, la línea litoral de Talamanca presenta una imagen «característica de todos los inviernos», señala un vecino de la zona. La arena desaparece bajo las montañas de algas arrastradas por el mar, una estampa a la que se suman los barcos embarrancados, algunos destrozados y otros hundidos bajo el agua.

Los vecinos o turistas que pasean por la zona apuntan que ya se han acostumbrado a una imagen que algunos tildan como propia de esta época del año y otros como un ejemplo de abandono. «El paseo está limpio pero la imagen de algunos barcos destrozados y otros varados desde hace más de un mes da una sensación de abandono», señala un vecino de Cap Martinet, quien lamenta que los dueños de los barcos «no se hagan cargo de sus obligaciones».

La imagen de los barcos cubiertos de algas despierta la curiosidad de todo el que pasea por la zona y son muchos los que se fotografían junto a las embarcaciones siniestradas. Es el caso de Pau Tur, Sandra y su hijo Alejandro. Ayer llegaron desde Valencia para pasar estos días con la familia y al observar el panorama bajaron a la playa. El pequeño Alejandro era el más interesado por la curiosa situación en que habían acabado los barcos, unas embarcaciones que, posiblemente, permanezcan abandonadas hasta bien entrado el 2017.

LA NOTA

Las algas se mantienen como medida de protección de la arena

Tras el paso de un temporal, el Ayuntamiento de Vila lleva a cabo una limpieza de las algas que se acumulan en las zonas de tránsito como son las pasarelas y retira los elementos arrastrados por el temporal, pero mantiene la posidonia que se acumula en el litoral. Según apuntaron fuentes municipales, tras los temporales se limpiaron las zonas costeras de Talamanca, Figueretes y Platja d’en Bossa, así como las pasarelas que se encuentran en estos puntos. Los operarios retiraron la posidonia acumulada en estas zonas y también plásticos, maderas y trozos de embarcaciones.

Las mismas fuentes explicaron que la posidonia acumulada en las playas se mantiene durante el invierno ya que es un plus para la gestión medioambiental. Según destacaron, esta posidonia tiene un gran beneficio en forma de protección de la arena y del ecosistema dunar ante nuevos temporales.