Las Pitiusas no están al margen de la pronunciada ola de frío que azota Europa y las temperaturas seguirán bajando al acercarse el fin de semana. | DANIEL ESPINOSA

Las Pitiusas quedarán sumergidas a partir de este fin de semana bajo una ola de frío que se extenderá hasta el jueves de la semana que viene, según las previsiones que maneja la Agencia Estatal de Meteorología en Balears.

Para esos días se esperan temperaturas mínimas de dos grados centígrados, pero la alta probabilidad de precipitaciones, que llevará ligada una humedad relativa de hasta el 100 por cien, unidas al viento provocarán que la sensación térmica llegue hasta los cinco o seis grados bajo cero.

De esta forma, para el lunes y especialmente el martes se prevén precipitaciones en forma de nieve en cotas de 300 metros de altitud.

«A partir del sábado se espera una bajada de las temperaturas que se mantendrá toda la semana que viene, cuando se esperan precipitaciones», informó ayer un portavoz de Aemet Balears.

Los valores máximos no superarán los 12 o los 13 grados, según el experto, y la coincidencia de distintos factores (lluvia, humedad y viento) hará que la sensación térmica en las Pitiusas sea «de mucho frío».

La cota de nieve para la próxima semana aún podría variar, pero desde la agencia de meteorología en Balears no esperan que descienda hasta los 100 metros como sí figuraba anteayer en la previsión.

Calma hasta el sábado

Hoy y mañana serán días de transición, según la Aemet, antes del descenso de temperaturas previsto para el fin de semana, cuando también se esperan precipitaciones, incluso de nieve, aunque de forma débil.

Desde la delegación balear de la agencia estatal de meteorología recuerdan que durante estas fechas «es normal tener entradas frías porque la circulación atmosférica se va hacia el sur». Las precipitaciones en forma de nieve no son tan frecuentes en Ibiza y Formentera, pero sí ocasionales. Hace dos años, en febrero de 2015, los copos de nieve que cayeron sobre la isla no llegaron a cuajar. Hay que remontarse a febrero de 2012 para encontrar un manto blanco sobre Ibiza, cuando una ola de frío siberiano cubrió de nieve y hielo buena parte de la isla.