Un ‘ballador’ de Santa Gertrudis en plena ‘camallada’. | DANIEL ESPINOSA

El patio de butacas del cine Regio de Sant Antoni estaba ayer repleto para asistir a la XXXVI edición del Festival de Balls, Música y Cançó Popular de la Nostra Terra, a pesar del incómodo y frío viento que soplaba ayer en la isla. A las once de la mañana el profesor Marià Torres salió al escenario como jefe de ceremonias para dar paso a una gala en la que la anfitriona fue la Colla de Buscastell. Los primeros en salir fueron los integrantes del Grup de Balls Tradicionals de Santa Gertrudis, con muy buena acogida del público, seguidos de los sonadors de sa Colla de Vila, que estuvieron acompañados también por jóvenes sonadors de Sant Rafael y Sant Miquel.
Alrededor de las doce del medidía horas salió al escenario la Agrupació Floklòrica Abeniara de Felanitx, invitada al festival, y que levantó los aplausos de los asistentes con su exhibición de las raíces mallorquinas, «bastante diferentes a las ibicencas. Vinimos a este festival hace un par de años y estamos encantados de volver una vez más», nos explicó el sonador mallorquín Pere Barceló. «Es curioso pero la cultura y el baile, a pesar de pertenecer todos a Baleares, es diferente, y estos eventos nos enriquecen. La entonación y la rima son diferentes en Felanitx», continuó Barceló, quien resaltó la juventud de los grupos folclóricos mallorquines. «Allí empezamos mucho más jóvenes, tenemos una mayoría de glosadores de entre 20 y 40 años. Además, hay muchas chicas como glosadoras y sonadoras», especificó refiriéndose con curiosidad al caso de Ester Torres, la primera y única sonadora con la que cuenta Ibiza hasta el momento. «Porque nuestro baile también es distinto. Allí es la mujer la que manda, la que corteja, el hombre sigue a la mujer. Es totalmente diferente al ball pagès ibicenco», aseveró Barceló nada más terminar el espectáculo.
Y buena cuenta de la veteranía a la que se refería el sonador de Felanitx la dieron Vicent Bufí, Pepita Palau y Antonia Beia con sus cançons redoblades, glosades y de porfèdia, que hoy por hoy están esperando nuevos y jóvenes intérpretes que puedan seguir con esta bella tradición.
Los últimos en aparecer en el escenario fueron los anfitriones de la gala, sa Colla de Buscastell, que dieron lo mejor de sí mismos con mucho ímpetu en algunos casos, lo que provocó más de un resbalón.
A eso de las 13:15 los balladors y sonadors dejaron al escenario y Marià Torres dio paso a una ronda de agradecimientos que incluyeron al decorador del evento, Toni Riera, a los dueños del Cine Regio, la familia Torres, y a las autoridades municipales por apoyar este evento. Los representantes del Ayuntamiento de Sant Antoni como el regidor d’Educació i Cultura, Francisco Tienda, su homóloga en Benestar Social, Neus Marí, y el concejal de Obres, Joan Costa, entregaron unos obsequios a los participantes en el evento, que estaba enmarcado dentro de los actos de las fiestas patronales de la localidad.
Al término del festival los miembros más jóvenes de las colles se reunían con sus padres, muy contentos. Salva Villar, de 10 años, se lo pasó muy bien. Lleva más de cuatro años en sa Colla de Buscastell y es ballador junto a su melliza, Ana, y su otro hermano, Tolo, que ha cumplido nueve. «Lo que me ha gustado mucho ha sido ha sido cómo bailaban los de Felanitx», se despedía, contento, Tolo. El padre, que los esperaba a la salida, los miraba con cara de satisfacción: «Es mucho trabajo, los ensayos, los trajes, pero estamos contentos. Míralos».