Parte de los trabajadores de Can Raspalls y Can Blai han salido hoy a la calle a protestar. Vídeo: Daniel Espinosa.

Equiparación salarial entre los trabajadores de un mismo centro, recuperación de trienios y de las cantidades perdidas en los dos últimos años. Son algunas de las reclamaciones que expresaron ayer la veintena de trabajadores de las residencias Can Raspalls y Can Blai que se concentraron a mediodía ante las puertas de las instalaciones de Can Raspalls.

El grupo que se movilizó ayer representa al colectivo de profesionales que ya trabajaban en estos centros antes del 1 de enero de 2015. Se trata de sanitarios, auxiliares de enfermería, cocineros o limpiadores, entre otras categorías laborales, contratados por el Consorcio de Gestión Sociosanitaria, empresa cuyo contrato con las residencias expiró el 31 de diciembre de 2014. Estos trabajadores denuncian una diferencia salarial de entre 3.000 y 5.000 euros brutos al año respecto a los trabajadores contratados por la Fundación Balear de la Dependencia.

Agravios laborales

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El portavoz de los trabajadores, Jaume Bardají, denunció que desde hace dos años vienen «sufriendo un agravio salarial que no es de recibo». Advirtió que llevan dos años dándole vueltas al convenio colectivo con negociaciones que no fructifican y que próximamente, el 17 de febrero, se firmará un convenio que no corrige esas desigualdades.

«Reclamamos unas tablas salariales y la equiparación entre trabajadores con la misma función», argumentó el representante de los trabajadores afectados en la residencia de Can Raspalls.

En este sentido, apuntaron que se dan casos en que un ayudante de cocina cobra más que el propio cocinero. Los trabajadores concentrados señalaron que mantendrán su línea de protestas si no se corrigen estas desigualdades, pero advirtieron que no se plantean una huelga «porque trabajamos en un sector en que hay otras personas que resultarían afectadas si nosotros dejamos de trabajar».

Los trabajadores concentrados indicaron que estas diferencias salariales acaban generando un mal ambiente en el entorno laboral. Ante esta tesitura, reclaman soluciones «inmediatos».