El obispo Vicent Juan Segura. | Toni Escobar

La catedral de Ibiza celebró ayer el segundo centenario de la dedicación de la catedral, que se llevó a cabo en 1817 por el quinto obispo de la diócesis de Ibiza y Formentera, monseñor Felipe González Abarca, según recordó ayer durante la homilía el obispo de las Pitiusas, Vicente Juan Segura. Según recordó, la Catedral es la custodia de las imágenes de las patronas de Ibiza, Nuestra Señora de las Nieves y San Ciriac. La misa contó con la presencia de autoridades como el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres; el conseller de Economia i Hisenda, Gonzalo Juan Ferragut, así como el concejal de Patrimoni i Cultura de Vila, Pep Tur, y el concejal de Esports, Joventut i Festes de Vila, Agustín Perea.

El obispo recordó que antes de la reconquista de Balears en 1235, Guillem de Montgrí, Nunó Sanç y Pere de Portugal firmaron un convenio por el cual se establecía que en Ibiza se construiría un templo. Ibiza fue conquistada el 8 de agosto de 1235 y, un mes después, se creó la parroquia de Santa María. En 1538 se le añadió la capilla honda y en 1592 la sacristía. Con la construcción de las murallas quedó afectada gravemente la estructura, pero las reparaciones no se iniciaron hasta 1712 y esto supuso la sustitución de elementos góticos por barrocos. En el año 1782 se declaró Ibiza sede episcopal y fue cuando la parroquia pasó a convertirse en catedral. Manuel Abad y Lasierra fue el primer obispo de Ibiza y se ampliaron las dimensiones del prebisterio, al tiempo que se reubicó el coro. Durante el siglo XX, el ábside se remodeló y se recuperaron los ventanales góticos. El 31 de enero de 1816, el quinto obispo (Felipe González Abarca) llevó a cabo la consagración de la catedral, un acontecimiento del que ya han pasado 200 años, según recordó el obispo de Ibiza y Formentera.