A petición del Ajuntament de Calvià, la Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca del Govern ha matado a tiros a un centenar de cabras salvajes en la finca pública de Galatzó. Hace exactamente un año, Ibiza vivía una situación similar, que provocaría días más tarde la manifestación más importante vivida esta legislatura. La matanza, que está en los tribunales, provocó la muerte de unas 50 cabras, que fueron matadas a balazos desde barcas. Los animales muertos fueron abandonados en la isla y este periódico desveló que aún hay algunas cabras vivas.

La Conselleria de Medi En el pleno municipal celebrado el pasado jueves 26 de enero, el regidor del grupo municipal del PP Bartomeu Bonafé preguntó al equipo de gobierno, presidido por el alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE), si se habían llevado a cabo en las últimas semanas varios descastes de cabras con armas de fuego en la finca pública de Galatzó (propiedad del Ajuntament) y, en el caso de que se hubiera efectuado, quién lo autorizó y quién lo realizó.

A la pregunta de Bonafé respondió la regidora responsable del área municipal de Medio Ambiente, Paquita Muñoz (PSOE), quien aseguró que «los incidentes y problemas con cabras han sido continuados y crecientes». En este sentido, la regidora añadió que el elevado números de cabras había ocasionado «incidentes en el medio natural, vegetación, en el jardín y cultivos de la finca».

Ante esta tesitura, el Consistorio calvianer elevó y trasladó dicha problemática al Servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, «organismo competente en las actuaciones para proceder al control de las poblaciones caprarias», apuntan desde el equipo de gobierno socialista.

Una vez la Conselleria estuvo al tanto de la petición municipal, el descaste fue llevado a cabo por miembros del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Balears (Cofib), que abatieron las cabras, dejando cadáveres en la montaña para que sirvan de alimento a aves carroñeras como el voltor negre. Este tipo de descastes habían sido hasta ahora habituales en las Islas, sin embargo el que se llevó a cabo hace un año en es Vedrà (Eivissa) causó polémica entre los colectivos animalistas que, en los últimos años, habían celebrado las mociones que la izquierda había presentado en los diferentes ayuntamientos para declarar sus respectivos municipios «libres de maltrato animal».

Seguridad

En Calvià esta propuesta fue aprobada en enero de 2015 a instancias del PSOE, entonces en la oposición, y ratificada diez meses después, gracias a otra moción presentada por Esquerra Oberta (EO), en la que se volvía a declarar Calvià «amigo de los animales y respetuoso con sus derechos».

Por otra parte, usuarios de la finca cuestionan que el descaste se hiciera con los mínimos de seguridad requeridos, puesto que durante la cacería había excursionistas y buscadores de setas por la zona.

AL MARGEN

«El pacto en el gobierno municipal predica una cosa y hace lo contrario»

El portavoz del grupo municipal del PP en el Ajuntament de Calvià, José Manuel Ruiz, criticó ayer el «cinismo» del equipo de gobierno socialista y el de sus «socios» de Esquerra Oberta.

«Predican una cosa y hacen todo lo contrario», asegura Ruiz. El edil ‘popular’ critica que la izquierda «defienda ser respetuosos con los derechos de los animales e ir en contra de la violencia y el maltrato animal y luego consiente la matanza de decenas de cabras en la finca de Galatzó». En cuanto a las propuestas presentadas por PSOE y EO para declarar el municipio de Calvià amigo de los animales y libre de su maltrato, Ruiz asegura que los descastes efectuados en Galatzó por parte de la Conse- lleria de Medi Ambient, con el consentimiento del Ajuntament, «certifican que las mociones eran puramente ideológicas. Los hechos así lo delatan», afirma el representante del principal partido de la oposición.