El viento arrancó de raíz una palmera en el núcleo urbano de Sant Jordi que cayó sobre una vivienda . | DANIEL ESPINOSA

El ‘reventón’ de aire frío que se produjo ayer a media mañana y que desató fuertes granizadas y vientos de hasta 98 kilómetros por horas provocó numerosos desperfectos en las Pitiusas donde, durante unos minutos, reinó el caos.
Los incidentes de mayor gravedad se produjeron en varias carreteras a consecuencia de la caída de grandes árboles que, en algunos casos, llegaron a cortar las vías de manera temporal, como en la EI-700 de Sant Josep a Sant Antoni. Según informaron desde el Consell d’Eivissa, el Servei de Manteniment de Xarxa Viària tuvo que retirar dos pinos que cortaban completamente esa carretera.
También actuaron en la retirada de árboles en las carreteras EI-341, de Sant Joan a Sant Miquel, EI-321, de Sant Joan a Sa Cala, EI-400, de Sant Miquel al Port, EI-100 en Cala Llonga, EI-631, de Sant Rafel a Santa Eulària, y en la EI-300, en la zona de Ca Na Negreta donde tuvieron que retirar un olivo.
Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària informaron de una docena de incidentes relacionados con el temporal de viento, la mayor parte de ellas motivadas por caída de árboles o ramas encima de carreteras, en la avenida es Cap Martinet y en Jesús y sobre unas viviendas de es Puig d’en Fita. Asimismo, hubo postes de teléfonos caídos o en peligro de caerse, cables destensados o cortados, antenas de televisión en peligro de caer o la caída de parte de un techo de uralita encima de un vehículo estacionado en la calle Sant Josep, en el casco urbano de Santa Eulària que, afortunadamente, no provocaron heridos.
Palmera sobre una casa
En el resto de municipios también se notaron los efectos de la fuerza del viento y la lluvia. En Sant Josep una palmera cayó en la carretera que atraviesa la localidad, y en Sant Jordi un árbol de la misma especie fue arrancado de raíz y cayó sobre una vivienda cercana a la iglesia de esta localidad.
En la entrada al aeropuerto, los bomberos tuvieron que retirar unos árboles que impedían el acceso a los taxis a consecuencia de la caída de varios árboles, al igual que en el paseo Joan Carles I de Vila y en la carretera entre Sant Rafel y Santa Eulària. Asimismo, también cayó gran parte de la valla de seguridad del aeropuerto que separa las instalaciones del Parc Natural de Ses Salines.
Aparte de la lluvia, también cayó una fuerte granizada durante unos minutos que afectó a poblaciones como Sant Llorenç, Vila o Sant Rafel.
En la costa de Porroig, en Sant Josep, el desprendimiento de unas rocas provocó graves desperfectos en los techos de las casetas varadero situadas a los pies del acantilado.
Imposible navegar
Respecto a la situación marítima, el trayecto que realiza Balearia entre Palma e Ibiza se suspendió hasta hoy y prácticamente todas las conexiones entre las Pitiusas quedaron anuladas. Los puertos de Vila y la Savina también tuvieron que cerrarse.
En Formentera también se notaron los efectos del fuerte viento, con ráfagas que llegaron a los 85 kilómetros por hora.
Los servicios de emergencia tuvieron que retirar un catamarán que se salió de s’Estany des Peix donde estaba fondeado a la carretera.
El teléfono de Emergencias 112 gestionó 32 incidentes en Ibiza y uno en Formentera desde las 7 de la mañana a las 7 de la tarde de ayer.