El dictamen negativo del Consell Consultiu sobre la planta de triaje ha sido «una mazazo enorme para todo el Consell», aseguró la vicepresidenta primera de la máxima institución insular, Viviana de Sans, en el programa Bona nit Pitiüses de la Televisió d’Eivissa i Formentera (TEF).

El informe del órgano consultivo del Govern balear considera que la modificación del contrato suscrito en 2003 con la UTE Giref está «viciado de nulidad radical» y culpa a la máxima institución insular de haber «retrasado sine die» la instalación de la planta de triaje. «El pronunciamiento (del Consell Consultiu) nos deja en una situación tremenda. Nos ha dejado pasmados y los técnicos de la casa no se lo pueden creer», apuntó De Sans, quien añadió que están a la espera de la contestación del Consultiu a las consultas realizadas por el Consell d’Eivissa, aunque avise que cualquier decisión que se tome finalmente «no será buena».

La construcción de la planta de compostaje y selección de residuos se plasmó en un contrato firmado por el Consell y la UTE Giref en 2003, una infraestructura prevista en el Plan Director Sectorial de Gestión de Residuos de 2004. Tres años más tarde, la empresa contratista entregó al Consell un proyecto básico que no fue aprobado hasta finales de 2010, pero no fue hasta 2014 cuando se inició el expediente de modificación de contrato que ahora el Consell Consultiu considera nulo.

El órgano asesor del Govern indica que el contrato inicial, que data de 2003, se ha transformado hasta tal punto que resulta una tarea muy compleja abordar su interpretación. En consecuencia, dicho dictamen asegura que «se ha llegado a plantear si no sería conveniente tramitar un expediente no tanto de interpretación y/o modificación, sino directamente la resolución del mismo con la consiguiente fase de liquidación».

La planta de triaje deberá clasificar los residuos reciclables que no hayan sido separados previamente e incorporar dos líneas de compostaje, una de las cuales tratará los lodos procedentes de las depuradoras de la isla. La construcción de esta planta de triaje es «imprescindible» para el Consell d’Eivissa ya que en la Unión Europea están prohibidos los vertederos de residuos no tratados, como es el caso del de Ca na Putxa. De hecho, Ibiza también está muy lejos de cumplir con la Directiva Marco de la UE/2008, que obliga a reciclar al menos el 50% de los residuos domésticos en el año 2020. En Ibiza sólo se llega a reciclar el 13% de todos los residuos que se producen.