El Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer con los votos favorables del PSOE una moratoria en la concesión de nuevas licencias urbanísticas ligadas a actividades turísticas complementarias, lo que en la práctica supondrá que durante un año se rechacen todas las solicitudes para abrir nuevos ‘beach clubs’ y hoteles musicales en el municipio.

La propuesta del equipo de gobierno recibió fuertes críticas por parte de la oposición durante la sesión plenaria, si bien la abstención en bloque de Guanyem, PP y Alternativa Insular permite dar luz verde a la medida cautelar.

Los tres grupos de la oposición coincidieron en la necesidad de elaborar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que responda a las necesidades actuales del municipio, dado que el actual data de 1986.

El grupo popular calificó de «chapuza» el expediente por haberse redactado «deprisa y corriendo» y por carecer de un informe técnico que lo avale.

Especialmente duro se mostró el portavoz de Guanyem, Fran Ramírez, quien amenazó con «tumbar» la propuesta por no haber sido consensuada con su grupo municipal. «Lo que necesitamos es un nuevo PGOU, racional y sostenible con el territorio. El alcance de esta medida cautelar por un año será ínfimo», indicó Ramírez.

El teniente de alcalde Ángel Guerrero recordó que para elaborar un nuevo planeamiento urbanístico «se necesitan cuatro o seis años» y reprochó a la bancada popular que en pasadas legislaturas hubiera bloqueado su tramitación. «Los de izquierdas hacemos moratorias porque los de derechas abrís la mano a todo con leyes turísticas infumables», espetó Guerrero en referencia al reglamento balear de 2012.

Durante el pleno también se aprobó de manera inicial la ordenanza municipal reguladora de aforos máximos, por el cual los establecimientos con capacidad superior a 200 personas deberán instalar en el plazo de un año sistemas para el control de la afluencia de público. Los nuevos locales deberán contar con un dispositivo homologado una vez entre en vigor la ordenanza.

La sesión plenaria también sirvió para aprobar el expediente de revisión de precios de los servicios de recogida de residuos y limpieza viaria y del litoral, así como el programa y la retribución para el año 2017 para un incremento en la prestación de servicios. Según explicó la regidora de Medio Ambiente, Neus Marí, la propuesta permitirá al Ayuntamiento ahorrarse 50.000 euros correspondientes al año pasado, mientras que el incremento del servicio para esta temporada «sólo» tendrá un aumento de 30.000 euros en la partida para el nuevo programa.

También salió adelante una propuesta de Al-In para solicitar al Govern balear que construya un centro de día en el municipio para mayores dependientes.

Turismo en suelo rústico

El pleno tumbó, sin embargo, una moción de Guanyem para instar al Ejecutivo autonómico a decretar una moratoria de alojamientos turísticos en zonas rústicas. Fran Ramírez explicó que actualmente hay autorizadas o en tramitación para uso turístico 2.430 casas de campo: «Lo que queremos es recuperar los usos tradicionales del campo y entendemos que es necesaria una moratoria para paralizar los proyectos que se puedan presentar de cara a seguir explotando el territorio».

El alcalde socialista, Josep Marí Ribas, rechazó apoyar la propuesta para «no llamar la atención públicamente al Govern», que trabaja en una nueva Ley Turística a través de la cual, según dijo Agustinet, «cada Consell delimitará las zonas aptas para la comercialización de estancias turísticas».

L A N O T A

La «diosa» Pepa Marí y sus presiones a Guanyem

Fran Ramírez desveló que el grupo Podem- Guanyem en el Consell d’Eivissa pretendía llevar a pleno una moción para instar al Govern a decretar una moratoria de alojamientos turísticos en suelo rústico. Ramírez aseguró que el PSOE, «encabezado por la ‘diosa’ Pepa Marí», habría presionado a sus socios de gobierno para retirar del orden del día dicha propuesta. «Pregunte a sus compañeros por qué no se ha presentado y cuál ha sido la amenaza para no presentarlo», le espetó a ‘Agustinet’.