Esta semana la iniciamos sabiendo el pasado lunes que la compraventa de viviendas subió un 21% en las Pitiusas y que durante el pasado año cambiaron de manos en Eivissa y Formentera un total de 5.802 propiedades de todo tipo (urbanas, rústicas, construidas, solares...), lo que supone el mejor dato de la última década, según los registros que el Instituto Balear de Estadística (Ibestat) comenzó a anotar en 2007. Unos datos que reflejan que el número de transmisiones de derechos de la propiedad está regresando a niveles anteriores a que estallara la conocida burbuja inmobiliaria a partir de 2009.

El martes se hizo pública, por parte del Ayuntamiento de Sant Josep, la aprobación de una moción de aplicación inmediata que recoge la suspensión de nuevas licencias urbanísticas y de uso que ahora permiten que establecimientos como beach clubs, hoteles discoteca y restaurantes ofrezcan actividades complementarias con música y asistencia masiva de público. En rueda de prensa, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’, alcalde del municipio, subrayó que «esta medida es necesaria para acabar con establecimientos que funcionan como discotecas al aire libre, una irregularidad que causa problemas de movilidad, ruidos y desequilibrios territoriales».

En la jornada del miércoles Sant Josep siguió siendo foco de atención debido al temor que existe entre los miembros de la Asociación de concesionarios y restaurantes de la localidad a que los lotes de playas que se adjudicó el pasado año el empresario canario Mahy Marrero, hoy en prisión por un delito de narcotráfico, queden desiertos y que playas como Cala Carbó o Cala d’Hort se queden colgadas y sin los servicios que deben incluirse en esas concesiones.

El jueves nos hicimos eco de la denuncia realizada desde la Plataforma por la equiparación salarial, impulsada por el sindicato CSIF junto a las organizaciones policiales ASP, SPP, SUP, CEP, UFP y la Asociación Española de Guardias Civiles, al objeto de hacer un frente común contra los agravios salariales y los problemas laborales que, según afirmaron, «están causando una huida masiva de agentes» de las Pitiusas.

El pasado viernes conocimos que el equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Vila, integrado por PSOE y Guanyem, rechazó en el pleno una moción presentada por el PP para ubicar el futuro Centro de Acogida Municipal en la casa de sa Colomina. Joan Ribas, concejal de Benestar Social, calificó esta alternativa de «inviable» por tratarse de un edificio protegido cuya fachada no se puede modificar y por no contar en su interior con el espacio suficiente para atender a las 30 o 40 personas a las que se quiere dar servicio.

Ayer sábado recogíamos la iniciativa cultural que, desde hace nueve años, organiza la Asociación de vecinos de Corona para mantener vivas las tradiciones del interior de nuestra isla. En esta ocasión destacamos la interesante fiesta al aire libre organizada para los escolares de Santa Agnès y de Sant Antoni, con motivo del popular acto de encendido de la sitja en la finca Sa Rota d’en Coca. Un evento en el que no faltaron las sobrasadas, butifarras ni panes al horno para degustar.