El Ayuntamiento de Sant Antoni convocó ayer a vecinos y comerciantes del núcleo urbano para informarles acerca de sus planes para peatonalizar las calles adyacentes a la Plaza de la Iglesia y al West End, así como para restringir el tráfico rodado en otras arterias del centro durante los meses de verano.

El cierre a la circulación comprenderá el interior del casco antiguo, entre las calles Ramón y Cajal y la calle del Mar. La medida viene a consolidar el proyecto impulsado el año pasado por el equipo de gobierno portmanyí, cuando entre el 1 de junio y el 31 de octubre se cerraron al tráfico desde las 12 del mediodía las calles del casco antiguo que rodean la iglesia, así como otras de la zona del West End.

Pero el tripartito quiere ir «un paso más allá», según explicó ayer el concejal Francisco Tienda, y sus planes, recogidos en las consultas participativas del Plan Estratégico de Sant Antoni, pasan por peatonalizar de manera permanente la almendra central del núcleo urbano.

El concejal de Cultura y Patrimonio explicó que con el corte de las calles del centro se pretende «dinamizar el comercio de la zona, facilitar la movilidad de los peatones, mejorar la accesibilidad y seguridad vial y al mismo tiempo dar relevancia a espacios que tienen más valor patrimonial en la localidad».

Al encuentro informativo, celebrado en el centro cultural Cervantes, acudieron medio centenar de personas. El objetivo del equipo de gobierno consistía en dar a conocer su proyecto a los implicados y recabar sus quejas o sugerencias. Fran Tienda, acompañado por varios concejales, anunció los planes del Consistorio de «peatonalizar el 100 por 100 del caso antiguo» y mantener cierres parciales en otras vías del centro. «Ahora planteamos ir un paso más allá y cortar el tráfico del centro no solo en periodo estival, sino de forma completa para todo el año de manera que esa peatonalización la disfruten no solo los turistas sino también los residentes», afirmó Tienda, quien descartó que la medida afecte a arterias principales como la calle del Mar.

La intención del equipo de gobierno también pasa por recuperar la actividad comercial en una zona actualmente degradada como es la plaza de s’Era den Manyá. «Ha quedado en un segundo plano y queremos revitalizar la zona y que el comercio vuelva. Para eso, uno de los mecanismos es la peatonalización y el embellecimiento de la zona», indicó al respecto.

Tienda defendió la peatonalización del centro de las ciudades y recordó que en localidades como Palma («aunque podría poner mil ejemplos», aseguró), al principio estaban en contra, «incluso hicieron manifestaciones», y ahora los comerciantes «están encantados». «Sant Antoni tiene un casco urbano muy pequeño, con calles muy estrechas, y queremos modernizarlo», puntualizó el edil de Reinicia.

Los comerciantes, divididos

Por su parte, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Sant Antoni, Joan Ribas, admitió que frente a este tipo de medidas «hay unos comercios a favor y otros en contra». «La gente en principio es reticente a los cambios y cuesta asumirlos. Ahora están en auge las peatonalizaciones, como la de Vara de Rey en Vila o también en Santa Eulària. En Barcelona y Madrid están funcionando, pero son ciudades con mucha población. En Sant Antoni el año pasado se puso a prueba y a unos les pareció bien y a otros, mal», explicó el empresario de Sant Antoni, quien pidió «llegar a un consenso» para que no haya sectores perjudicados por la medida. Ribas recordó que Sant Antoni «tiene poca población viviendo en el centro» y aunque señaló que los clientes «compran a pie», circunstancia que favorece el cierre de calles al tráfico, puntualizó que «vienen de fuera de la ciudad y tienen que poder aparcar».