La remodelada plaza del Parc se ha convertido desde su apertura a los viandantes el pasado martes en el lugar más visitado de la ciudad. Decenas de personas, a pie y en bicicleta, circulan a cada hora por la plaza para comprobar el resultado mirando con lupa cada pequeño detalle de una obra que ha dejado durante cuatro meses sin terrazas a uno de los lugares de encuentro más populares para los ibicencos.

Entre los vecinos y los trabajadores de la plaza, las opiniones están dividas acerca de su aspecto actual. Los que están a favor de la remodelación, apuntan a la amplitud de la plaza pero los que discrepan sobre su resultado apuntan a un motivo principal: el pavimento de hormigón tintado instalado en el centro y las posibles consecuencias que tendrá en las rodillas de niños y ancianos en caso de caídas fortuitas.

El precedente alicantino

En las redes sociales, se han publicado numerosos comentarios sobre esta cuestión y algún internauta ha recordado el precedente ocurrido en la plaza Estella de la ciudad de Alicante, donde el pavimento, de aspecto parecido al instalado en la plaza del Parc, se disgregó en algunas zonas a los pocos meses de terminar las obras. En este caso, aparecieron socavones y gravilla suelta que provocaban resbalones entre los peatones.

Los vecinos de esta plaza alicantina denunciaron que el baldeo con agua a presión fue el causante de estos daños. Precisamente, este es uno de los motivos de preocupación entre los que no están de acuerdo con la instalación de este tipo de pavimento en todo el centro de Vila. La mayoría teme que se vaya a deteriorar con el paso del tiempo y las piedras que lo componen salten con la limpieza a presión de las máquinas barredoras del servicio de limpieza municipal.

El mobiliario, a debate

Otra de las principales cuestiones que centran el debate sobre la remodelación es el mobiliario urbano escogido para ocupar la plaza. El Ayuntamiento ha instalado solo los bancos individuales después de restaurarlos durante las obras. Los más mayores están a favor de que no hayan puesto los bancos más alargados para evitar que los ocupen las personas sin techo que dormían allí antes de las obras. En cambio, los más jóvenes creen que el mobiliario renovado no invita a la comunicación de la gente al ser para una sola persona y estar disgregado a lo largo y ancho de la plaza.

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También hay quien critica las nuevas farolas, demasiado modernas, dicen, para un lugar con tanta historia como este junto a las murallas renacentistas.

Otra de las opiniones generalizadas es la falta de árboles en un espacio de tanta amplitud. Aunque, en este caso, las críticas no están justificadas porque desde el Ayuntamiento de Eivissa recuerdan que se plantarán entre 30 y 40 árboles más en todo el centro de la ciudad cuando acabe la actuación en Vara de rey y la nueva plaza de Sota Vila.

LA NOTA

Mejora del pavimento en la Marina

El Ayuntamiento de Eivissa iniciará el próximo lunes obras de reparación del pavimento de las calles Manel Sorà y Josep Verdera a causa de su mal estado y el hundimiento de diferentes tramos.

Las obras tendrán un coste de 47.000 euros y durarán un mes. La calle de Montgrí cambiará de sentido de circulación durante las obras. También se restringe el acceso a la Marina, que será exclusivo a residentes con acreditación. La entrada se hará solo por la calle Anníbal y estará regulado por un semáforo durante las obras en la calle Montgrí.

La carga y descarga de vehículos solo estará autorizada de 7 a 11 y de 16 a 18 horas.